Te saludo de lo
íntimo de mi alma,
Corazón virginal de la Santísima Madre de Cristo,
Corazón virginal de la Santísima Madre de Cristo,
por la afluencia de todos los bienes,
con los cuales fuiste gratísimo a Dios y beneficioso a los hombres.
con los cuales fuiste gratísimo a Dios y beneficioso a los hombres.
Te saludo, Corazón Purísimo de la niña,
que fue la primera en hacer voto a su virginidad.
que fue la primera en hacer voto a su virginidad.
Te saludo,
Corazón humildísimo de aquella
que más que nadie mereció concebir del Espíritu Santo.
que más que nadie mereció concebir del Espíritu Santo.
Te saludo,
Corazón devotísimo y deseosísimo,
que llevaste a Cristo en las entrañas de María.
que llevaste a Cristo en las entrañas de María.
Te saludo,
Corazón llenísimo de caridad,
ardentísimo en el amor de Dios y a los hombres.
ardentísimo en el amor de Dios y a los hombres.
Te saludo,
Corazón fidelísimo,
que conservaste diligentemente todas las palabras y las obras de Jesús.
que conservaste diligentemente todas las palabras y las obras de Jesús.
Te saludo,
Corazón pacientísimo,
llagado continuamente con la espada de la pasión de Cristo.
llagado continuamente con la espada de la pasión de Cristo.
Te saludo,
Corazón excelentísimo de la piadosa Madre,
que quiso y hasta prefirió
que su Hijo único fuese inmolado por la redención del mundo.
que quiso y hasta prefirió
que su Hijo único fuese inmolado por la redención del mundo.
Te saludo,
Corazón grandemente solícito en las oraciones,
intercediendo continuamente por la joven Iglesia.
intercediendo continuamente por la joven Iglesia.
Te saludo,
Corazón diligentísimo en la contemplación,
que con tus méritos alcanzas la gracia de los hombres».
que con tus méritos alcanzas la gracia de los hombres».
Jesús enseñó a
Santa Matilde esta oración.