“En los peligros, en las angustias, en las incertidumbres, piensa en María, invoca a María.
Que Ella no se aparte nunca de tus labios, que no se aparte nunca de tu corazón; y para que obtengas la ayuda de su oración, no olvides nunca el ejemplo de su vida. Si la sigues, no puedes desviarte; si le rezas, no puedes desesperar; si piensas en ella, no puedes equivocarte.
Si ella te sostiene, no caes; si ella te protege, no tienes que temer; si ella te guía, no te cansas; si ella te es propicia, llegarás a la meta.
Fuente / Frases. / San Bernardo de Claraval