Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al cielo a todas las almas, especialmente a las más necesitadas de tu divina misericordia.”
El 13 de julio de 1917 la Santísima Virgen de Fátima les indicó a los pastorcillos que cuando rezaran el rosario, al final de cada misterio, dijeran esta oración.
12 de mayo