El
P. Vincent Lampert, exorcista y párroco en la Arquidiócesis de Indianápolis,
afirmó en diálogo con ACI Prensa que los padres deben recordar los orígenes
cristianos de Halloween y hacer una celebración consecuente en la Víspera de Todos los
Santos “en vez de glorificar al mal”.
"En
última instancia, no creo que haya nada malo con que los niños se pongan un
traje, se vistan de vaquero o Cenicienta y pasen por el barrio pidiendo dulces.
Es una diversión sana”, dijo el P. Lampert.
El
sacerdote aseguró que el peligro radica en los trajes que glorifican el mal
deliberadamente e infunden miedo, o cuando las personas pretenden “obtener
poderes especiales” a través de la magia y brujería, inclusive por mero
entretenimiento.
"En
el libro de Deuteronomio, en el capítulo 18, se habla de no intentar consultar
a los espíritus de los muertos, tampoco a los que practican magia, brujería o
actividades afines. Aquello sería una violación de un mandamiento de la Iglesia, al colocar otras cosas por delante de la
relación con Dios".
"Y
ese sería el peligro de Halloween. Que de alguna manera Dios se pierde en todo
esto, que la connotación religiosa se pierda y finalmente la gente glorifique
el mal", añadió.
También
dijo que es importante recordar que el diablo y los espíritus malignos no
tienen ninguna autoridad adicional en Halloween, aunque lo parezca.
"El
diablo actúa por lo que la gente hace, no porque este haga algo por sí mismo.
Tal vez por la forma en que se celebra ese día, en realidad se invita a que el
mal entre a nuestras vidas", dijo.
Finalmente
el P. Lampert aseguró que una de las mejores cosas que los padres pueden hacer
es utilizar Halloween como un momento de aprendizaje y explicar a los niños
“por qué ciertas prácticas no conducen a nuestra fe e identidad católica”. Fuente: Aciprensa