“El día en que el avión se partió en dos”
Un avión se partió en dos en España en 1992, usted estaba terminando la treintena a San José, ¿qué pasó en ese momento?
Padre Gonzalo: estaba yo estudiando en Roma en 1992 y residía en el Colegio Español de San José, que ese año celebraba su centenario. San Juan Pablo II vino a conmemorarlo y cenó con nosotros; yo obtuve la gracia de cantarle una canción que le había hecho once años antes, con ocasión de su atentado en la Plaza De San Pedro. Dos días después terminaba una oración de treinta días para pedir cosas imposibles al Santo Patriarca y un avión se partió en dos al aterrizar en una ciudad de España con casi cien personas: el piloto era mi hermano. Sólo hubo un herido de consideración que, gracias a Dios se recuperó. Aquel día supe que San José tiene mucho poder ante el Trono de Dios.
¿Qué le animó a decirle nuevamente que sí a San José?
Padre Gonzalo: “Cuando Hozana me pidió hace dos años
escribir algo sobre San José yo iba andando por la calle y pensé que no
tenía tiempo para más cosas, pero, al pararme para decirles que no, me
encontré ante una iglesia de cuya fachada colgaba un cartel enorme con
la imagen de San José que me miraba sonriente. Les dije que sí”
La treintena a San José, para conmemorar a San José en marzo
Padre Gonzalo: Este año he vuelto a rezar la oración de treinta días al Esposo de María, en este su mes de marzo; ya son treinta los años que llevo haciéndolo y nunca me ha defraudado, antes bien ha sobrepasado con mucho mis esperanzas. Sé de quién me he fiado. Para entrar en este mundo, Dios sólo necesitó a una Mujer. Pero también era necesario que un hombre cuidara de Ella y de su Hijo, y Dios pensó en un hijo de la Casa de David: José, el Esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.
El ángel en sueños le dijo a José, que no se creía digno de llevar a su casa a la Madre del Señor y Arca de la Nueva Alianza, que no dudara en hacerlo pues él habría de ponerle por nombre Jesús ya que Él salvaría a su Pueblo de sus pecados. Disipados sus temores, José obedeció y llevó a su casa a María su mujer. Pidamos a San José que nos enseñe a llevar a María con Jesús a nuestra casa para que vivamos siempre para servirles a ellos. Como hizo él. Sofía Villalba, de Hozana - Entrevista al Padre Gonzalo Mazarrasa. Fuente: Ciudad Redonda.org