Mientras la economía real, la que crea trabajo, está en crisis, cuánta gente sin trabajo, los mercados financieros nunca han estado tan inflados como ahora.
¡Qué lejos está el mundo de las grandes finanzas de la vida de la mayoría de las personas!
Esta situación es insostenible. Es peligrosa.
Para evitar que los pobres vuelvan a pagar consecuencias hay que regular estrictamente la especulación financiera.
Especulación. Quiero subrayar el término.
¡Que las finanzas sean instrumentos de servicio, instrumentos para servir a la gente y cuidar la casa común!
Todavía estamos a tiempo de poner en marcha un proceso de cambio global para practicar una economía diferente, más justa, inclusiva, sostenible, que no deje a nadie atrás.
¡Hagámoslo! Y recemos para que los responsables del mundo financiero colaboren con los gobiernos, a fin de regular los mercados financieros para proteger a los ciudadanos de su peligro.