Doce familias, con sus hijos,.algunos muy pequeñitos, unas 40 personas, recorrimos los 4 km., que separan el Corazón de Jesús del alto de la Peña Llampaya. Allí, después de una oración, especialmente por los familias, y la bendición del Belén y de todas las familias, incluida nuestra parroquia, procedimos a depositar el Misterio, las
figuras de Jesús, María y José, tal y como aparece en la imagen, en una pequeña cueva construida por piedras.
Después, y con el día primaveral que nos acompañó, disfrutamos con la comida campestre en lo alto del Naranco, y, sobre todo, disfrutamos de una convivencia maravillosa.
¡Qué día más bello en todo! El pequeño Niño Dios se hizo grande este día, con estas entrañables familias!