Es una antigua tradición en la Iglesia preparar la fiesta de
San José, el 19 de marzo, con la contemplación de los dolores y gozos del Santo
Patriarca durante los siete domingos anteriores a su fiesta.
DOLORES Y GOZOS DE SAN JOSÉ
De la mano de san José iremos contemplando los dolores:
aquellos momentos en los que tuvo que pasar las pruebas que el Señor le tenía
preparadas, los momentos que se entregó de forma plena al querer de Dios, aun
sin comprender del todo lo que tenía guardado para él.
También iremos meditando los gozos de san José: la alegría y
la felicidad de compartir su vida junto a su esposa, la Santísima Virgen y el
Niño. El gozo de saberse en las manos de un Dios que le había escogido para tan
gran tarea.
Los cristianos siempre han visto en san José un ejemplo de
entrega y de fe en Dios y podemos considerarlo maestro de oración. Fue él,
después de la Virgen, quien más de cerca trató al Niño Dios, quien tuvo con él
el trato más amable y sencillo.