Toda nuestra
vida, Jesús queridísimo, es un puro regalo tuyo que excede nuestras dimensiones
humanas.
Gracias por tantas Gracias, Bienes, Cuidados y Dones, materiales,
espirituales, celestiales y personales. Pero sobre todo Gracias por esta dulce,
suave y tierna intimidad.
Todo te lo devolvemos cada mañana, porque te queremos
y por que es lo más sensato que cualquiera puede hacer...poner su vida en tu
Corazón bendito y amoroso. Gracias.
Y que nuestra vida sirva, sin que lo
sepamos, como propaganda tuya.
Que quienes nos conozcan vean que quererte,
seguirte, que hacerlo todo por ti, merece la pena.