Vida Temprana y el
Manto (c. 316 – 336)
Martín nació alrededor
del año 316 d.C. en Saboria, Panonia (actual Hungría), hijo de un tribuno
militar pagano. Siendo joven, fue obligado a seguir la carrera militar de su
padre e ingresó en la caballería romana a los quince años.
El episodio más famoso de
su vida ocurrió alrededor del año 336 d.C., cerca de Amiens, Galia. Encontró a
un mendigo tiritando de frío. Como no tenía nada más que darle, Martín cortó
su capa militar por la mitad con su espada, dándole una mitad al mendigo.
Según la leyenda, esa noche Martín soñó que Jesucristo se le aparecía vestido
con la media capa que había regalado, diciendo a los ángeles: "Martín, que
todavía es solo un catecúmeno, me ha vestido". Este evento marcó
profundamente su vida.
El Cristiano, Monje y
Evangelizador (336 – 371)
Tras el episodio de la
capa, Martín se bautizó y, sintiendo una llamada a la vida religiosa, dejó el
ejército romano en 356 d.C. Se convirtió en discípulo de Hilario de Poitiers,
un importante teólogo, quien lo ordenó exorcista.
Pronto se convirtió en un pionero del monasticismo en Occidente. Fundó uno de los primeros monasterios de la Galia, en Ligugé (c. 360), donde vivió como monje, dedicándose a la oración y a la evangelización de las poblaciones rurales, que aún se aferraban al paganismo.
Obispo a su pesar (371
– 397)
En el año 371, Martín fue
elegido obispo de Tours por aclamación popular, a pesar de su resistencia y
humildad (se dice que intentó esconderse en un gallinero para evitar el
nombramiento).
Como obispo, Martín
continuó su vida ascética de monje, algo inusual para la época. Fundó el famoso
monasterio de Marmoutier cerca de Tours, que se convirtió en una especie
de seminario y centro de misión. Desde allí, viajó incansablemente por toda la
Galia predicando el Evangelio, derribando templos paganos y árboles sagrados, y
bautizando a miles de personas, ganándose el apodo de "Apóstol de las
Galias".
Murió en Candes el 8
de noviembre de 397. Fue enterrado el 11 de noviembre, fecha en la que se
celebra su fiesta y que tradicionalmente marca el comienzo del Adviento y de la
Cuaresma de San Martín.
Su legado se extiende por
toda Europa; es el patrón de Francia y su fiesta se celebra con
tradiciones que marcan la transición del otoño al invierno, como la matanza del
cerdo y el encendido de hogueras.


