1 de mayo: La Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos


La Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos.
Nunca viajo sola. 
(Santa Teresa de Calcuta)
“...Era una imagen muy grande, casi de tamaño natural, así que el jefe de estación quería que la facturase y pagase la correspondiente tarifa. Pero yo tenía un pase en los ferrocarriles para mí y una compañera, así que le dije: "ésta es mi compañera..." y me dejó viajar con la imagen sin pagar nada por ello. Desde entonces, la Virgen me acompaña siempre en mis desplazamientos.”


Mayo. Mes de María. Una imagen de la Virgen María para cada día del mes de mayo y un pensamiento.

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Flores del mes mayo

(Una flor, una imagen de María y una oración para cada día)

Origen del Mes de Mayo o de las flores

REFLEXIONES PARA CADA DÍA DEL MES DE MARÍA

Los pastorcillos Francisco y Jacinta serán canonizados el 13 de mayo en la celebración del centenario de Fátima

El Papa canonizará a Francisco y Jacinta Marto el 13 de mayo en Fátima, el día del centenario de las apariciones de la Virgen María, durante su Viaje Apostólico.



El centenario de las apariciones de la Virgen en Fátima «alcanza todo su esplendor» con la decisión del Papa de canonizar ese mismo día a los niños Francisco y Jacinta Marto, dos de los pastorcitos.


Frases y curiosidades de Santos y de la Iglesia #35
Recopilación de frases, curiosidades, lemas, dichos y pequeñas inspiraciones espirituales.

Parroquia del Corazón de María de Oviedo.

Campamentos de verano, organizados por la parroquia.

El Padre Sotillo, desde la parroquia del Corazón de María de Oviedo, organiza diversos turnos de campamentos de verano en Doney de la Requejada, en la Alta Sanabria, cerca de el Lago de Sanabria, Zamora. 
Según se puede leer en los documentos adjuntos, pueden ir niños desde 3º de primaria hasta jóvenes de 2º bachillerato.
El campamento consta de una zona de acampada, donde se levantan las tiendas de lona, con rejillas de madera y colchonetas, que es donde duermen los niños, y de un amplio albergue para zona de comedor-usos múltiples, baños-duchas de chicos y chicas, etc.
También se dispone en el entorno de albergue de amplias zonas cimentadas para juegos y actividades. 
Se encuentra ubicado al lado del río Negro, para darse algunos chapuzones. Todo el entorno es precioso: montañas, bosques, valles, etc.
Para informase e inscribirse desde Asturias: Padre. Sotillo, Plaza. de América, nº 12, parroquia del Corazón de María, tfnos. 985230496 y 661173472

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Entrega del Credo a los niños que harán la Primera Comunión

Los niños, que este año van a hacer, en este mes de mayo su primera comunión, celebraron el pasado domingo 23 de abril, en la Misa de la Familia, la ENTREGA DEL CREDO de parte de sus padres. 
Se trata de una celebración muy significativa para recordar el bautismo de los hijos y la responsabilidad de los padres en la educación de la fe.
  





Beato P. Andrés Solá Molist C.M.F. Mártir. Español, mexicano y claretiano.

Sacerdote profeso de la Congregación de misioneros Hijos del Inmaculado Corazón de la Santísima Virgen María (Claretianos). Nació el 7 de Octubre de 1895 en Taradell, de la provincia de Barcelona España, Diócesis de Vich.
Sus padres se llamaban Buenaventura Solá Comas y Antonia Molist Benet. Los Solá Molist tuvieron once hijos, Andrés fue el tercero.
Andrés asistió a la escuela primaria de Sentforas, a medio kilómetro de las tierras de El Clard que cultivaban y donde vivían sus padres. Su familia fue sencilla, de profundas raíces religiosas. La Cataluña rural de su tiempo estaba regulada por la vida del año cristiano. Las familias vivían fuertemente los lazos de la tradición cristiana. Abundaban las vocaciones sacerdotales y religiosas, a pesar de las continuas leyes y medidas anticlericales características de la España liberal del siglo XIX con restricciones, desamortizaciones y cierres de seminarios, casas religiosas e incautación de los bienes de la Iglesia y de sus instituciones.
Durante la predicación de un misionero claretiano a Andrés y a su hermano Santiago les llamó la atención aquel misionero. Ambos ingresaron en el seminario que los claretianos tienen en Vich. Primero entró Santiago en 1908. Al año siguiente lo siguió Andrés. Se destacó en obtener las máxima notas en conducta, y progresivamente, fue avanzando en los estudios hasta conseguir calificaciones también máximas.
Terminada la preparatoria, André fue acogido en el noviciado el 14 de agosto de 1913. Al siguiente año hizo sus primeros votos y la profesión perpetua o definitiva el 15 de agosto de 1917. Fue ordenado Sacerdote el año de 1922 y enviado a México como misionero.
De la personalidad del padre Solá podemos decir que era un hombre ordenado, fervoroso, modesto, devoto del Santísimo Corazón de María, sencillo, observante de cuanto se pedía de un religioso. Pero, los que lo conocieron, también lo recuerdan como una persona de carácter fuerte, recio, adusto, en ocasiones regañaba, sin embargo, dejaba entrever cierto espíritu de nobleza y ternura muy íntima en sus sentimientos; sensible y compasivo; generoso, aún a costa de sacrificios.
El P. Solá llegó a la Ciudad de México el 28 de agosto de 1923. Ejerció el ministerio en el seminario menor claretiano de Toluca y como predicador. Fue enviado a León en 1924, con el cargo específico de predicador. Por breve tiempo fue como misionero al pueblo de Axtla en San Luis Potosí, como encargado de aquella parroquia.
De vuelta a León en el año de 1925, cuando las leyes del gobierno sólo permitirían ejercer el ministerio a sacerdotes mexicanos, él decidió ejercer ocultamente su apostolado en casas de amigos. No quiso retirarse de México mientras pudiera ejercer fielmente el ministerio que sus superiores le habían encomendado, pues no debía dejar sin pastor a su grey.
El 31 julio de 1926, como medida de protesta ante las injustas y persecutorias leyes del gobierno, que atentaban contra derechos inviolables de los mexicanos, los Obispos de México decidieron, como extrema medida de protesta, suspender el culto público. Por su parte, el gobierno hizo valer las leyes y persiguió a sacerdotes, religioso y líderes católicos, ello llevó a la mayoría de los sacerdotes, a esconderse en casas, montes, cuevas, etc., para seguir ayudando espiritualmente a los fieles.
El P. Andrés Solá y el P. José Trinidad Rangel, se encontraban escondidos en casa de las señoritas Josefa Alba y su sobrina Jovita. Allí, habían dispuesto un lugar que hiciera las veces de oratorio en donde podía celebrar la misa, hacer oración y confesar a las personas. Diariamente asistía a misa un señor  llamado Leonardo Pérez Larios, fervoroso cristiano que hacía las veces de sacristán.
Después de dos años de ministerio, en León, el P. Andrés fue capturado y apresado el domingo 24 de abril de 1927, después de organizar una Hora Santa en la casa de las Alba. Los agentes de policía entraron a la casa, al verlo no pensaron que fuera sacerdote, sólo cuando revisaron su dormitorio y encontraron la fotografía en la que él daba la primera comunión a una niña se dieron cuenta que aquel hombre era sacerdote. Lo interrogaron y él no negó ser sacerdote. Fue conducido, junto con las dos Sritas. Alba y el Sr. Pérez Larios a la comandancia militar.
Fue atormentado por los militares, y trasladado al rancho de San Joaquín cerca de Lagos de Moreno, Jalisco, en compañía del P. José Trinidad Rangel y del señor Leonardo Pérez Larios. Aquel 25 de abril de 1927, sin juicio alguno, fueron asesinados. Cristo Rey les concedía la palma del martirio.
Los restos mortales del P. Solá se encuentran en el Templo del Inmaculado Corazón de María en León, Gto.
Fuente.

Quinientos años de incomprensión

El corazón tiene sus razones -dice Pascal- y a veces esas razones tienen una larga historia.
Recientemente firmé una tarjeta para un amigo -un devoto bautista- cuya educación supuso cierto recelo de parte de los católicos romanos. Eso es algo con lo que él aún lucha; ¡pero todos nosotros no! La historia infecta por fin nuestro ADN. ¿Quién de nosotros está enteramente libre de recelo de lo que es religiosamente diferente de nosotros? Y ¿cuál es el remedio? El contacto personal, la amistad y el diálogo teológico con los de otras denominaciones y otras creencias ayudan a abrir nuestras mentes y corazones, pero el fruto de siglos de amarga incomprensión no desaparece tan fácilmente, de modo especial cuando está institucionalmente arraigado y alimentado como una protección profética de Dios y la verdad. Y así, en lo tocante a los cristianos de otras denominaciones, permanece en la mayoría de nosotros una enfermedad emocional, una incapacidad de ver al otro totalmente como uno de nosotros.
Y así, al firmar esta tarjeta para mi hermano cristiano separado, escribí: “A un compañero cristiano, hermano en el Cuerpo de Cristo, buen amigo, del cual estoy separado por 500 años de incomprensión”.
Quinientos años de incomprensión, de separación, de recelo, de defensiva; eso no es algo que se supere fácilmente, en especial cuando en su centro hay cuestiones sobre Dios, la verdad y la religión. Por supuesto, ha habido enorme progreso positivo conseguido en los últimos cincuenta años, y muchas de las originales y ruidosas incomprensiones han sido superadas. Pero los efectos de la histórica ruptura con la Cristiandad y la reacción a ella están presentes hoy y son todavía vistas dondequiera, desde las altas oficinas de la iglesia a debates en la academia de teología y recelos en la mente popular.
Es triste ver cómo nos hemos fijado tanto en nuestras diferencias, cuando en el centro, en el corazón, compartimos la misma fe esencial, las mismas creencias esenciales, los mismos códigos básicos de moral, las mismas Escrituras, la misma creencia en la otra vida y el mismo credo fundamental; esa intimidad con Jesucristo es el objeto de nuestra fe. También -no insignificantemente- hoy también compartimos los mismos prejuicios y parcialidades contra nosotros, tanto si estos vienen de los fundamentalistas de otras religiones como si vienen de los super-celosos, super-secularizados, post-cristianos de nuestra propia sociedad. Para alguno que nos mire desde fuera, nosotros, todas las diferentes denominaciones, nos asemejamos a un monolito: una sola fe, una sola iglesia, una única religión, nuestras diferencias largamente eclipsadas por nuestra comunión. Tristemente, tendemos a no vernos así desde dentro, donde nuestras diferencias, más frecuentemente que no basadas sobre una incomprensión, son vistas para impedir el crecimiento de nuestro común discipulado.
Sin embargo, la Epístola a los Efesios nos dice que, como cristianos, compartimos un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo y un solo Dios que es Padre de todos nosotros. A su nivel más esencial, eso es cierto de todos nosotros como cristianos, a pesar de nuestras diferencias nominales. Somos uno en lo más central nuestro.
Desde luego, hay algunas verdaderas diferencias entre nosotros, aunque la mayoría referido a cómo entendemos ciertos aspectos de la iglesia y ciertas cuestiones en moralidad, más bien que a cómo entendemos las verdades más profundas sobre la naturaleza de Dios, la divinidad de Cristo, el don de la Palabra de Dios, el don de la Eucaristía y la inalienable dignidad y destino de todos los seres humanos. En la jerarquía de la verdad, este núcleo esencial es lo que resulta más importante, y en este núcleo esencial estamos esencialmente de acuerdo. Esa es la verdadera base de nuestro común discipulado.
Eclesialmente, las cuestiones que nos dividen se centran mayormente sobre la autoridad de la iglesia, sobre la ordenación al ministerio, sobre si enfatizar la palabra o el sacramento, sobre cómo entender la presencia de Cristo en la Eucaristía, sobre el número de sacramentos, sobre el lugar de los sacramentales y las devociones en el discipulado, y en cómo escritura y tradición se accionan recíprocamente. En relación a cuestiones morales, las cuestiones que nos dividen son también las cuestiones del “botón rojo” de nuestra sociedad en conjunto: el aborto, el matrimonio, el control de la natalidad y el lugar de la justicia social en el discipulado. Pero, incluso sobre estas, hay más acuerdo que diferencia entre las iglesias.
Además, hoy, las diferencias sobre cómo entendemos muchas de las cuestiones eclesiales y morales que nos dividen son más temperamentales que denominacionales, esto es, tienden a ser más una cuestión de teología de uno que afiliación denominacional de uno. Se da por hecho que la teología denominacional clásica aún desempeña un papel, pero hoy las divisiones relativas a cómo vemos ciertas cuestiones eclesiales y morales, tales como la ordenación, el matrimonio gay, el aborto o la justicia social, son menos una tensión entre católicos romanos y protestantes (y evangélicos) de lo que son entre los que se inclinan temperamental y teológicamente en una dirección más bien que la otra. Es quizás demasiado simplista presentar esto en términos de liberales contra conservadores, pero al menos mucho de esto es verdad, la línea divisoria sobre estas cuestiones hoy está volviéndose cada vez menos denominacional.

El credo cristiano más temprano tuvo, sin embargo, una simple línea: ¡Jesús es Señor! Todos los cristianos estamos aún de acuerdo con eso, y así permanecemos hermanos y hermanas, separados sólo por quinientos años de incomprensión.  
Ron Rolheiser (Trad. Benjamin Elcano, cmf) - Lunes, 24 de abril de 2017
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Regina Coeli: es el ángelus del tiempo pascual


La Anunciación a la Virgen María

Regina Coeli

Reina del cielo, alégrate,aleluya,
porque el Señor, a quien mereciste llevar, aleluya,
ha resucitado, según su palabra,aleluya.
Ruega a Dios por nosotros, aleluya.
V. Gózate y alégrate, Virgen María, aleluya.
R. Porque resucitó verdaderamente el Señor, aleluya.
Oración: ¡Oh Dios, que por la resurrección de tu Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, te has dignado alegrar al mundo! Concédenos, te rogamos, que por la intercesión de su Madre, la Virgen María, alcancemos los gozos de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo, nuestro Señor. Amén.

(Regina Coeli es el ángelus del tiempo pascual, es decir, el que se reza durante los 50 días siguientes al Domingo de Resurrección hasta el día de la Ascensión del Señor).

Fuente.
Frases y curiosidades de Santos y de la Iglesia #34
Recopilación de frases, curiosidades, lemas, dichos y pequeñas inspiraciones espirituales.

Parroquia del Corazón de María de Oviedo.

Devoción a la Divina Misericordia – Origen y Significado. Domingo 23 de abril

Fiesta de la Divina Misericordia. Segundo Domingo de Pascua. 23 de abril.

"La humanidad no conseguirá la paz hasta que no se dirija con confianza a Mi misericordia" (Diario, 300)
La Fiesta de la Divina Misericordia tiene como fin principal hacer llegar a los corazones de cada persona el siguiente mensaje: Dios es Misericordioso y nos ama a todos ... "y cuanto más grande es el pecador, tanto más grande es el derecho que tiene a Mi misericordia" (Diario, 723). En este mensaje, que Nuestro Señor nos ha hecho llegar por medio de Santa Faustina, se nos pide que tengamos plena confianza en la Misericordia de Dios, y que seamos siempre misericordiosos con el prójimo a través de nuestras palabras, acciones y oraciones... "porque la fe sin obras, por fuerte que sea, es inútil" (Diario, 742).
Con el fin de celebrar apropiadamente esta festividad, se recomienda rezar la Coronilla y la Novena a la Divina Misericordia; confesarse -para la cual es indispensable realizar primero un buen examen de conciencia-, y recibir la Santa Comunión el día de la Fiesta de la Divina Misericordia.
La escencia de la devoción
La esencia de la devoción se sintetiza en cinco puntos fundamentales:
1. Debemos confiar en la Misericordia del Señor.
Jesús, por medio de Sor Faustina nos dice: "Deseo conceder gracias inimaginables a las almas que confían en mi misericordia. Que se acerquen a ese mar de misericordia con gran confianza. Los pecadores obtendrán la justificación y los justos serán fortalecidos en el bien. Al que haya depositado su confianza en mi misericordia, en la hora de la muerte le colmaré el alma con mi paz divina".
2. La confianza es la esencia, el alma de esta devoción y a la vez la condición para recibir gracias.
"Las gracias de mi misericordia se toman con un solo recipiente y este es la confianza. Cuanto más confíe un alma, tanto más recibirá. Las almas que confían sin límites son mi gran consuelo y sobre ellas derramo todos los tesoros de mis gracias. Me alegro de que pidan mucho porque mi deseo es dar mucho, muchísimo. El alma que confía en mi misericordia es la más feliz, porque yo mismo tengo cuidado de ella. Ningún alma que ha invocado mi misericordia ha quedado decepcionada ni ha sentido confusión. Me complazco particularmente en el alma que confía en mi bondad".
3. La misericordia define nuestra actitud ante cada persona.
"Exijo de ti obras de misericordia que deben surgir del amor hacia mí. Debes mostrar misericordia siempre y en todas partes. No puedes dejar de hacerlo ni excusarte ni justificarte. Te doy tres formar de ejercer misericordia: la primera es la acción; la segunda, la palabra; y la tercera, la oración. En estas tres formas se encierra la plenitud de la misericordia y es un testimonio indefectible del amor hacia mí. De este modo el alma alaba y adora mi misericordia".
4. La actitud del amor activo hacia el prójimo es otra condición para recibir gracias.
"Si el alma no practica la misericordia de alguna manera no conseguirá mi misericordia en el día del juicio. Oh, si las almas supieran acumular los tesoros eternos, no serían juzgadas, porque la misericordia anticiparía mi juicio".
5. El Señor Jesús desea que sus devotos hagan por lo menos una obra de misericordia
al día.
"Debes saber, hija mía que mi Corazón es la misericordia misma. De este mar de misericordia las gracias se derraman sobre todo el mundo. Deseo que tu corazón sea la sede de mi misericordia. Deseo que esta misericordia se derrame sobre todo el mundo a través de tu corazón. Cualquiera que se acerque a ti, no puede marcharse sin confiar en esta misericordia mía que tanto deseo para las almas".
La Santa Sede decreta día de la Divina Misericordia
Una propuesta de Santa Faustina Kowalska
La Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos publicó el 23 de mayo del 2000 un decreto en el que se establece, por indicación de Juan Pablo II, la fiesta de la Divina Misericordia, que tendrá lugar el segundo domingo de Pascua. La denominación oficial de este día litúrgico será «segundo domingo de Pascua o de la Divina Misericordia».
Ya el Papa lo había anunciado durante la canonización de Sor Faustina Kowalska, el 30 de abril: «En todo el mundo, el segundo domingo de Pascua recibirá el nombre de domingo de la Divina Misericordia. Una invitación perenne para el mundo cristiano a afrontar, con confianza en la benevolencia divina, las dificultades y las pruebas que esperan al genero humano en los años venideros».
Sin embargo, el Papa no había escrito estas palabras, de modo que no aparecieron en la transcripción oficial de sus discursos de esa canonización.
Santa Faustina, que es conocida como la mensajera de la Divina Misericordia, recibió revelaciones místicas en las que Jesús le mostró su corazón, fuente de misericordia y le expresó su deseo de que se estableciera esta fiesta. El Papa le dedicó una de sus encíclicas a la Divina Misericordia («Dives in misericordia»).
Los apóstoles de la Divina Misericordia están integrados por sacerdotes, religiosos y laicos, unidos por el compromiso de vivir la misericordia en la relación con los hermanos, hacer conocer el misterio de la divina misericordia, e invocar la misericordia de Dios hacia los pecadores. Esta familia espiritual, aprobada en 1996, por la archidiócesis de Cracovia, está presente hoy en 29 países del mundo.
El decreto vaticano aclara que la liturgia del segundo domingo de Pascua y las lecturas del breviario seguirán siendo las que ya contemplaba el misal y el rito romano.


Semana de resurrección: semana de los padrinos y sus ahijados...

Ser madrina es…

El milagro de amar como a un hijo a un niño que no viene de tu vientre sino de tu corazón

Ser madrina es amar incondicionalmente a un ser generado dentro de tu corazón.
Es recibir la confianza de una madre para cuidar de su hijo como si fuera el propio.
Es ser tan especial como para recibir ese regalo, y saber corresponder, porque los ahijados crecen, las madrinas envejecen, pero el amor permanece.
Ser madrina es estar siempre presente.
Es ser madre antes de tener hijos, o aumentar la familia.
Es tener a alguien para cuidar.
Es ayudar a que esa persona conozca el amor, conozca a Dios.
Es tener la certeza de que él/ella, más adelante, va a mirar atrás y decir: “mi madrina estaba presente en todos los momentos importantes de mi vida”.
Tú viniste para alegrar más mis días, tu vida da más sentido a la mía.
A tu ladro aprendo la dulzura de ser niño de nuevo.
¡De todas las cosas que ya me pasaron en la vida, nada me llena más de orgullo que ser tu madrina!
Fuente (pulsar enlace)

Frases y curiosidades de Santos y de la Iglesia #32
Recopilación de frases, curiosidades, lemas, dichos y pequeñas inspiraciones espirituales.
Parroquia del Corazón de María de Oviedo.

La tumba vacía. Artículo de Ron Rolheiser.

Creyentes y no creyentes han estado debatiendo por igual sobre la resurrección desde el día en que resucitó Jesús. ¿Qué sucedió realmente? ¿Cómo fue resucitado de entre los muertos? ¿Volvió a la vida en realidad un cuerpo verdaderamente muerto y salió de la tumba o fue la resurrección un monumental acontecimiento que cambió la vida en la conciencia de los seguidores de Jesús? ¿O la resurrección fue ambas cosas, un verdadero acontecimiento físico y un acontecimiento que se dio en la conciencia de los seguidores?
Obviamente, nadie estaba allí para ver lo que de hecho pasó. Aquellos que afirmaban que Jesús estaba vivo de nuevo no lo vieron resucitar y emerger de la tumba; se encontraron con él sólo después de que ya había resucitado e inmediatamente, creyentes y escépticos empezaron a separarse unos de otros: personas que afirmaban haberlo tocado y personas que dudaban de ese testimonio.
Desde entonces ha habido escépticos y creyentes; y no pocas personas, teólogos profesionales y cristianos no-eruditos por igual, que creen en la resurrección de Jesús como un acontecimiento de fe, pero no como un acontecimiento físico, en el que un verdadero cuerpo salió de una tumba. El acontecimiento de fe es lo que importa -afirman- y es secundario si el verdadero cuerpo de Jesús salió de la tumba o no.
¿Fue la resurrección de Jesús un acontecimiento de fe o un acontecimiento físico? Fue ambas cosas. Para los cristianos es el acontecimiento más monumental de la historia. Dos mil años subsiguientes no pueden ser explicados, a no ser por la realidad de la resurrección. Entender la resurrección de Jesús sólo como un hecho literal -que su cuerpo se levantó de la tumba- es amputar a la resurrección mucho de su significado. Sin embargo, admitido eso, para los cristianos, la resurrección debe ser también un acontecimiento radicalmente físico. ¿Por qué?
Primero, porque los Evangelios son bastante claros al subrayar que la tumba estaba vacía y que el resucitado Jesús era más que un espíritu o fantasma. Lo vemos, por ejemplo, en el Evangelio de Lucas, donde Jesús invita a un dubitante Tomás a verificar su “fisicalidad”:” Mira mis manos y mis pies. Soy yo en verdad. Tócame. Puedes ver que tengo un cuerpo vivo; un fantasma no tiene un cuerpo como este”.
También -y muy importantemente- mutilar la resurrección del hecho literal de que hubo verdadera transformación física de un cadáver una vez muerto es privarlo de algo de sus importantes significados y quizás de la más profunda raíz de su credibilidad. Para que la resurrección de Cristo tenga total significado, debe, entre otras cosas, haber sido un hecho físico tremendo. Necesita haber una tumba vacía y un cuerpo muerto vuelto a la vida. ¿Por qué?
No como cierta clase de prueba milagrosa, sino por la encarnación. Creer en la encarnación y no creer en el radical carácter físico de la resurrección es una contradicción. Creemos que, en la encarnación, la Palabra se hizo carne. Esto lleva el misterio de Cristo y la realidad de la resurrección fuera del reino de espíritu puro. La encarnación siempre connota una realidad que es radicalmente física, tangible y tocable, lo mismo que la definición de “materia” del viejo diccionario como “algo extendido en el espacio y que tiene peso”.
Creer en la encarnación es creer que Dios nació en verdadera carne física, vivió en verdadera carne física, murió en verdadera carne física y resucitó en verdadera carne física. Creer que la resurrección fue sólo un acontecimiento en la conciencia de fe de los discípulos -a pesar de lo real, rico y radical que se podría imaginar- es privar a la encarnación de su radical carácter físico y caer en la especie de dualismo que valora el espíritu y denigra lo físico. Tal dualismo devalúa la encarnación y esto empobrece el significado de la resurrección. Si la resurrección es solamente un acontecimiento espiritual, resulta por tanto también sólo antropológico y no también cósmico. Esa es una forma de decir que resulta en tal caso sólo un acontecimiento acerca de la conciencia humana y no también acerca del cosmos.
Pero la resurrección de Jesús no es sólo algo radicalmente nuevo referido a la conciencia humana; es también algo radicalmente nuevo referido a los átomos y moléculas. La resurrección volvió a poner en orden los corazones y las mentes, no sólo los átomos. Hasta la resurrección de Jesús, los cuerpos muertos no volvieron a la vida; permanecieron muertos: Así, cuando volvieron a la vida, hubo algo radicalmente nuevo a nivel de fe y a nivel de átomos y moléculas. Precisamente por su tremenda “fisicalidad”, la resurrección de Jesús ofrece nueva esperanza a los átomos como igualmente a las personas.

Yo creo que Jesús fue resucitado de entre los muertos, literalmente. Creo también que este acontecimiento fue -como las ricas apreciaciones de la teología contemporánea apuntan- altamente espiritual: un acontecimiento de fe, de cambio de conciencia, de nueva esperanza que potencia una nueva caridad y un nuevo perdón. Pero fue también un acontecimiento de cambio de átomos y de cambio de un cuerpo muerto. Fue radicalmente físico, exactamente como resultan todos los acontecimientos que son parte de la encarnación en donde Dios asume verdadera carne.
Ron Rolheiser (Trad. Benjamin Elcano, cmf) - Lunes, 17 de abril de 2017
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¿Sabías que el Rey de España lavaba los pies de doce mendigos, el Jueves Santo, y les ofrecía un banquete en Palacio?

"San Fernando, Rey de España", 1864
de Antonio Salvador Casanova, 1886  (Museo del Prado)


Ser español, mayor de sesenta años, feligrés de una parroquia de Madrid, no padecer enfermedad contagiosa, y ser pobre de solemnidad, eran las circunstancias que debían concurrir en quienes solicitaban ser agraciados en el “Lavatorio y Comida de Jueves Santo”, que tenía lugar en el Palacio Real de Madrid, en tiempos del Rey Alfonso XIII.

Asistir al lavatorio era resultado de un sorteo que se celebraba el Domingo de Ramos.

El Sastre de Palacio estaba encargado de presentarlos el Jueves Santo limpios y vestidos con ropa nueva. A la una y media la comitiva real accedía al Salón de Columnas.

Ante el Cuerpo Diplomático reunido, los Ministros de la Corona, los Grandes de España y un amplio número de invitados, el rey, rodilla en tierra, lavaba a cada uno de aquellos menesterosos, besaba su pie derecho y lo secaba con una toalla.

Cada pobre estaba asistido por un Gentilhombre, Grande de España, vestido de gala, que era el encargado de ponerle la media y el zapato y acompañarlo al sitio que debía ocupar en la mesa para participar en la comida que tenía lugar a continuación.

Tras la bendición de la mesa por el Nuncio de Su Santidad  los platos del menú van pasando de mano en mano, de los criados al jefe de cuarto y de éstos a los gentiles hombres y a los Grandes de España, hasta su majestad el Rey quien los sitúa delante de cada pobre.

Cuando termina el servicio, los cubiertos, vasos, el jarro de vino, el salero y los manteles se retiran con la misma ceremonia, y se colocan en 25 grandes cestos de mimbre, uno por comensal, que les son entregados para que los guarden de recuerdo o los vendan. Además, cada uno recibe una bolsita con 3 monedas de plata y comida.

La costumbre fue instituida por Fernando III el Santo, en 1242. Lo recoge Casanova con vivo realismo, en este monumental óleo, hoy deteriorado, con el que ganó la medalla de plata en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1887
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Frases y curiosidades de Santos y de la Iglesia #30
Recopilación de frases, curiosidades, lemas, dichos y pequeñas inspiraciones espirituales.
Parroquia del Corazón de María de Oviedo.

Jueves Santo. Institución de la Eucaristía y Lavatorio de los pies de los apóstoles.



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