Tres amigos no ven pasar al papa para que lo haga su amigo Lucas a quien levantan sobre un mar ... de gente

PANAMÁ y El Papa Francisco,



La fotografía está dando la vuelta al mundo. En Panamá, un grupo de jóvenes levanta a un chico en silla de ruedas para que pueda ver la llegada del papa Francisco.
La fotografía la realiza Carlos Yap y simboliza el compañerismo y la amistad. Gracias a este detalle de sus compañeros, Lucas Henríquez pudo sentir la mirada del papa Francisco. Ellos no vieron al Papa, quisieron que fuera Lucas quien disfrutara del momento. Fuente




Estamos atados intrincadamente unos a otros y a todo en el mundo

Todo es de una pieza. Cuando no lo tomamos seriamente, pagamos un precio.
El renombrado teólogo Hans Urs von Balthasar pone un ejemplo de esto. La belleza -afirma- no es algún pequeño “extra” que podemos valorar o denigrar según el gusto y el temperamento personal, como cierto lujo que decimos que no podemos darnos. Igual que la verdad y la bondad, es una de las propiedades de Dios y, en ese caso, requiere ser tomada en serio, como la bondad y la verdad. Si descuidamos o denigramos la belleza -dice- pronto empezaremos a descuidar otras áreas de nuestras vidas. Aquí están sus palabras:
“Hoy, nuestra situación muestra que la belleza demanda para sí misma al menos tanto coraje y decisión como demandan la verdad y la bondad, y no se permitirá a sí misma ser separada o proscrita de sus dos hermanas sin llevarlas entonces consigo en un acto de misteriosa venganza. Podemos estar seguros de que cualquiera que se mofa de su nombre, como si fuera un ornamento de un pasado burgués, tanto si lo admite como si no, no puede orar por más tiempo y pronto ya no podrá amar”.
He aquí una expresión más simple de eso. Hay una deliciosa historieta africana que destaca la interconexión de todo e ilustra cómo, si separamos una cosa de sus hermanas, pronto pagamos un precio. La historieta dice así:
Una vez, cuando los animales aún hablaban, los ratones de una granja convocaron una cumbre de todos los otros animales. Estaban preocupados -se lamentaban- porque habían visto a la dueña de la casa comprar una ratonera. A partir de entonces estaban en peligro. Pero los otros animales se burlaron de su ansiedad. La vaca dijo que ella no tenía nada de qué preocuparse. Un artilugio tan pequeño no podía hacerle daño. Ella podía aplastarlo con su pata. El cerdo reaccionó de una manera semejante. ¿De qué tenía que preocuparse ante una pequeña trampa? El pollo también anunció que no tenía el menor miedo de tal chisme. “Es asunto tuyo. No te preocupes por mí”, dijo a los ratones.
Pero todas cosas están interconectadas, y eso pronto vino a ser evidente. El ama de casa colocó la ratonera y, ya a la primera noche la oyó dispararse. Se levantó de su cama para mirar lo que había cogido y vio que había atrapado una serpiente por su cola. Al tratar de soltar a la serpiente, fue mordida y el veneno pronto le hizo sentirse enferma y aparecer la fiebre. Fue al médico, quien le dio medicinas para combatir el veneno y le advirtió: “Lo que necesitas ahora para ponerte mejor es caldo de pollo”. (Podéis adivinar por dónde va a ir el resto del cuento). Mataron el pollo, pero su fiebre persistió. Familiares y vecinos vinieron a visitarla. Se necesitó más comida. Mataron el cerdo. Por fin, el veneno la mató. Siguió un gran funeral. Se necesitó mucha comida. Mataron la vaca.
La moraleja de la historieta es clara. Todo está interconectado, y no ver eso nos deja en peligro. Estar ciegos a nuestra interdependencia, voluntarios o no, es peligroso. Estamos atados intrincadamente unos a otros y a todo en el mundo. Podemos protestar por lo contrario, pero la realidad mantendrá su posición. Y así, no podemos valorar verdaderamente una cosa mientras desdeñamos otra. No podemos amar de hecho a una persona mientras odiamos a alguna otra. Y no podemos darnos una excepción en un área moral y confiar ser sanos moralmente en conjunto. Todo es de una pieza. No hay excepciones. Cuando ignoramos esta verdad, al fin somos mordidos por la serpiente.
Recalco esto porque hoy, virtualmente por todas partes, está reapareciendo un tribalismo peligroso. Por todas partes -sin diferenciarnos de los animales de esa historieta africana- vemos familias, comunidades, iglesias y países enteros enfocados más o menos exclusivamente en sus propias necesidades sin interés por otras familias, comunidades, iglesias y países. Los problemas de otros pueblos -creemos- no son negocio nuestro. Desde la estrechez de nuestras iglesias hasta la política de identidad, hasta naciones enteras estableciendo sus propias necesidades primeramente, oímos ecos de la vaca, del cerdo y del pollo que dicen: “¡No es asunto mío!” “¡Yo me preocuparé de mí, tú preocúpate de ti!” Esto hará que la serpiente vuelva a mordernos.
Pagaremos por fin el precio a nuestra ceguera y despreocupación, y pagaremos ese precio política, social y económicamente. Pero aún pagaremos un precio más alto personalmente. Lo que esa mordedura de la serpiente hará es captado en el aviso de Von Balthasar: Todo aquel que ignora o denigra la belleza -afirma- al fin será incapaz de orar y amar. Eso es verdad también en todos casos en que ignoramos nuestras interconexiones con otros. Al ignorar las necesidades de otros, infectamos al fin nuestra integridad, de modo que ya no podemos tratarnos con respeto ni empatía; y, cuando sucede eso, perdemos el respeto y la empatía por la vida misma -y por Dios-; porque, cuando la realidad no es respetada, vuelve a morder con una misteriosa venganza.
Ron Rolheiser (Trad. Benjamin Elcano, cmf) - Lunes

La naranja y el ateo

Un ateo dictaba una conferencia ante un gran auditorio defendiendo la inexistencia de Dios. Después de haber finalizado su discurso, desafió a cualquiera que tuviese preguntas a que subiera a la plataforma.

Un hombre que había sido bien conocido en la localidad por su adicción a las bebidas alcohólicas, pero que había encontrado recientemente liberación y esperanza en Cristo Jesús aceptó la invitación y sacando una naranja del bolsillo comenzó a pelarla lentamente.

El conferencista le pidió que hiciera la pregunta; el hombre, continuó imperturbable pelando la naranja en silencio, al termino de lo cual, se la comió.

Se volvió al conferencista y le preguntó : "¿Estaba dulce o amarga?"

"No me pregunte tonterías", respondió el orador con señales evidentes de enojo; "¿Cómo puedo saber el gusto si no la he probado?"

Y aquel hombre regenerado por el amor de Dios respondió entonces:

"¿Y cómo puede usted saber algo de Cristo, si nunca lo ha probado?"  Fuente

Ten paciencia con todas las cosas, pero sobre todo contigo mismo.


San Francisco de Sales. 24 de enero.
El hombre más amable después de Jesucristo.


En nosotros todo lo excusamos;
en los prójimos, nada;
queremos vender caro y comprar barato.

El mercader y los camellos

Cuenta una historia, que un rico mercader salió a vender mercancías en compañía de sus servidores y con una caravana de 12 camellos.

De noche, pararon en un oasis y cuando el señor ya estaba listo para dormir, llegó su asistente y le dijo:

- Señor, tenemos un problema: Ya hemos amarrado 11 camellos pero olvidamos traer una estaca y no sabemos que hacer con el que nos falta.

- Muy sencillo, dijo el mercader: Simula delante del animal que clavas la estaca y lo amarras a ella. El camello, que es torpe, creerá que está sujeto y se quedará quieto.

Los servidores hicieron lo que dijo su señor y se fueron a dormir.

Al amanecer vieron que todos los camellos estaban en su lugar.

Fue de nuevo el asistente y le dijo al comerciante que tenían los camellos listos para partir, pero no podían poner en camino al camello número 12.

El señor les dijo que simularan desatarlo porque creía que estaba amarrado. Así se hizo y la caravana pudo proseguir su camino.

A ti, ¿cuántos lazos mentales te frenan?

Fuente

WENDY BECKETT – RIP

Ninguna comunidad debería desaprovechar sus muertes. El renombrado antropólogo Mircea Eliade sugirió esto, y su verdad se aplica a las comunidades en todos los niveles. Ninguna familia debería despedir a un miembro sin la oportuna reflexión, ritual y bendiciones.
El 26 de diciembre de 2018, la familia del arte y la familia de la fe perdieron a un estimado miembro. La Hª Wendy Beckett, de 88 años, afamada crítica de arte, comprometida mujer de fe y amiga de infancia de muchos, murió. Desde 1970, la Hª Wendy había vivido como virgen consagrada y retirada en un convento de carmelitas en Inglaterra, dedicada a la oración durante varias horas al día, traduciendo publicaciones religiosas y asistiendo a la eucaristía diaria.
Desde el principio, después de elegir este modo de vida, empezó a estudiar historia del arte, comenzó escribiendo artículos para revistas y publicó el primero de sus más de 30 libros sobre arte. En 1991, hizo un corto documental de la BBC en televisión y resultó un éxito inmediato con una amplia audiencia. Pronto empezó a presentar su propio espectáculo de la BBC, Sister Wendy’s Odyssey (Odisea de la Hª Wendy), que fue tan popular que a veces atrajo a una cuarta parte de la audiencia de la televisión británica.
Cualquiera que veía sus programas en seguida era atraído por tres cosas: La absoluta alegría que reflejaba en sí mientras hablaba de una obra de arte; su capacidad para articular en un lenguaje simple y claro el significado de un particular trabajo de arte; y su terrenal estimación de la sensualidad y del cuerpo humano desnudo, que ella, como virgen consagrada, podía describir con calmada apreciación.
Todas esas cualidades (su alegría, su simplicidad de lenguaje y su capacidad para dar la contemplación pura de admiración al cuerpo humano desnudo) fueron lo que atrajo a su audiencia, pero también le supuso el desprecio de parte de algunos críticos. Se mofaron de su simplicidad de lenguaje, la criticaron por no ser más crítica del arte que presentaba y se desentendieron de ella por el hecho de que una virgen consagrada pudiera tratar tan cómodamente sobre la sensualidad y el cuerpo humano desnudo. Encontraban difícil aceptar que esta mujer piadosa, una virgen consagrada, vestida con un hábito religioso tradicional, luciendo gruesas gafas y dientes-pala, pudiera sentirse tan a gusto con la sensualidad. Robert Hughes, de la revista Time, se burló de ella una vez como una “pseudo-eremita incansablemente habladora con sus dientes característicos” cuyas observaciones eran “lanzadas a una audiencia de 15 años”. Germaine Greer desafió su competencia a describir el arte erótico dado el hecho de que ella era una virgen consagrada.
La Hª Wendy generalmente sonreía a estas críticas y les respondía de esta manera: “Yo no soy crítica”, decía, “soy apreciadora”. En cuanto a su comodidad con la sensualidad y el cuerpo desnudo, respondía que precisamente estar ella comprometida con el celibato no significaba que no fuera plenamente apreciadora de la sensualidad humana, la sexualidad y la belleza del cuerpo humano, todo él.
Hay, por supuesto, diferentes modos como un cuerpo humano desnudo puede ser percibido, y la Hª Wendy fue una apreciadora sonriente y nada tímida de uno de esos modos. Un desvestido cuerpo humano puede ser mostrado como “desnudo” o como “desnudado”. La verdadera arte usa la desnudez para honrar el cuerpo humano (ciertamente, una de las grandes obras maestras de Dios), mientras la pornografía usa la desnudez para sacar partido del cuerpo humano.
La Hª Wendy tampoco se lamentaba del hecho de que su virginidad consagrada no la previniera de apreciar lo erótico. Estaba en lo cierto. En alguna parte hemos desarrollado la falsa y debilitante opinión de que los célibes consagrados deben estar, como niños pequeños, protegidos de lo erótico, de modo que, aun cuando se les supone que son médicos del alma, deberían estar protegidos de los profundos impulsos y secretos del alma. La Hª Wendy no opinaba así. Ni nosotros deberíamos hacerlo. No se intenta que la castidad sea esa especie de ingenuidad.
Revelación total: Yo me relacioné personalmente con la Hª Wendy. Hace muchos años, cuando yo era joven y aún estaba buscando mi propia voz como escritor espiritual, me mandó una copia grande y bellamente encuadernada del famoso cuadro Eros, que Paul Klee pintó en 1923. Durante los últimos 29 años, ha estado colgada en una pared detrás de la pantalla de mi ordenador, de modo que la veo cada vez que escribo, y me ha ayudado a entender que es el color de Dios, la luz de Dios y la energía de Dios lo que da forma al anhelo erótico.
En 1993, mientras estaba visitando el monasterio donde la Hª Wendy vivía, tuve la oportunidad de salir a un restaurante con ella. Nuestro camarero se quedó atónito al principio ante su tradicional hábito religioso. Algo azorado, le preguntó tímidamente: “Hermana, ¿piensa tomar agua?”. Ella hizo brillar su sonrisa de marca registrada y dijo: “No, el agua es para lavar. Tráeme vino”. El camarero quedó relajado y gozó mucho bromeando con ella durante el resto de la comida.
Y eso era la Hª Wendy, una anomalía para muchos: una virgen consagrada que discutía sobre el eros, una eremita pero famosa crítica de arte y una mujer intelectualmente brillante que ofuscó a los críticos con su simplicidad. Pero, como todas las grandes mentes, había una maravillosa consistencia a un nivel más profundo, en ese lugar donde el crítico y el apreciador son uno.
Ron Rolheiser (Trad. Benjamin Elcano, cmf) - Lunes

Cursillos prematrimoniales del mes de enero 2019

El lunes 21 de Enero de 2019, a las 20h. dará comienzo el Cursillo Prematrimonial-Novios, en la Parroquia del Corazón de Maria de Oviedo, para todos los que quieran Casarse en la Iglesia Católica. 
El Cursillo durará una semana de Lunes a Viernes todos los días, en horario de 20 a 21,15 horas aproximadamente.
Los temas que se tratan serán:
Lunes y Martes:  Experiencias con Matrimonios
Miércoles:          Psicología de la Pareja
Jueves:              Sexualidad en el Matrimonio Cristiano
Viernes:             Sacramento del Matrimonio y Vídeo del Rito de la Boda".


Inscripciones en el teléfono 985 23 04 96.

El robo de los juguetes de Reyes que terminó en milagro

El robo de los juguetes que los Magos dejaron en la Cáritas de la parroquia del Cristo del Amparo de Cuenca para familias necesitadas desembocó en una ola de solidaridad que multiplicó por 100 el número de regalos. 
Solo una familia de Madrid recogió en pocas horas más de 500 regalos.
Artículo completo

Valiván es una empresa familiar dedicada a producir audiovisuales infantiles de contenido cristiano.

Anhelamos evangelizar, esto es, influir en la cultura, con valores y criterios cristianos, diferentes de los que nos proclama el mundo.

Parábola de La Oveja Perdida 


Canal de YouTube

Jóvenes en la escuela de María – El Video del Papa 1 – Enero 2019



“Ustedes jóvenes tienen en la Virgen María un motivo de alegría y una fuente de inspiración. Aprovechen la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá para contemplar a Cristo con María. Cada uno en su idioma, recemos el Rosario por la paz.
Y pídanle fuerzas para soñar y trabajar por la paz.
Recemos por los jóvenes, especialmente los de América Latina, para que, siguiendo el ejemplo de María, respondan al llamado del Señor para comunicar la alegría del Evangelio al mundo.”

Festividad del dulce nombre de JESÚS. Jesús significa: Dios salva.

Cada 3 de enero la Iglesia celebra el Día del Santísimo Nombre de Jesús. “Éste es aquel santísimo nombre anhelado por los patriarcas, esperado con ansiedad, demandado con gemidos, invocado con suspiros, requerido con lágrimas, donado al llegar la plenitud de la gracia”, decía San Bernardino de Siena.
La palabra Jesús es la forma latina del griego “Iesous”, que a su vez es la transliteración del hebreo “Jeshua” o “Joshua” o también “Jehoshua”, que significa “Yahveh es salvación”.
El Santísimo Nombre de Jesús comenzó a ser venerado en las celebraciones litúrgicas del siglo XIV. San Bernardino de Siena y sus discípulos propagaron el culto al Nombre de Jesús. En 1530 el Papa Clemente VII concedió por primera vez a la Orden Franciscana la celebración del Oficio del Santísimo Nombre de Jesús.
San Bernardino solía llevar una tablilla que mostraba la Eucaristía con rayos saliendo de ella y, en el medio, se veía el monograma “IHS”, abreviación del Nombre de Jesús en griego (ιησουσ).
Más adelante la tradición devocional le añade un significado a las siglas: "I", Iesus (Jesús), "H", Hominum (de los hombres), "S", Salvator" (Salvador). Juntos quieren decir “Jesús, Salvador de los hombres”.
San Ignacio de Loyola y los jesuitas hicieron de este monograma el emblema de la Compañía de Jesús.
El Nombre de Jesús, invocado con confianza:
Brinda ayuda en las necesidades corporales, según la promesa de Cristo: "En mi nombre agarrarán serpientes en sus manos y aunque beban veneno no les hará daño; impondrán las manos sobre los enfermos y se pondrán bien" (Mc. 16,17-18). En el Nombre de Jesús los Apóstoles dieron fuerza a los lisiados (Hch. 3,6; 9,34) y vida a los muertos (Hch. 9,40).
Da consuelo en las pruebas espirituales. El Nombre de Jesús le recuerda al pecador el "padre del hijo pródigo" y el buen samaritano; al justo le recuerda el sufrimiento y la muerte del inocente Cordero de Dios.
Nos protege de Satanás y sus artimañas, ya que el diablo le teme al Nombre de Jesús, quien lo ha vencido en la Cruz.
En el nombre de Jesús obtenemos toda bendición y gracia en el tiempo y la eternidad, pues Cristo dijo: "lo que pidan al Padre se los dará en mi nombre." (Jn. 16,23). Por lo tanto, la Iglesia concluye todas sus oraciones con las palabras: "Por Jesucristo Nuestro Señor", etc. Así se cumple la palabra de San Pablo: "Para que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en los cielos, en la tierra y en los abismos." (Flp. 2,10). Fuente / Otro artículo en profundidad