Reza el credo lentamente, poniendo atención a lo que proclamas.

 

Calendario de Cuaresma.

¿Cuándo perdimos el respeto básico de unos a otros? Artículo.

¿Cuándo lo perdimos? ¿Cuándo perdimos ese sentido profundamente inculcado y sancionado para siempre de que, a pesar de lo mucho que pudiéramos disentir unos de otros o incluso aborrecernos mutuamente, aún necesitamos acordar una básica cortesía, respeto y amabilidad unos con otros?

Hemos perdido eso, al menos en su mayor parte. Desde las más altas instancias del gobierno hasta las más toscas plataformas de los medios sociales, estamos siendo testigos de la muerte del respeto, la cortesía y la honradez básica. Según parece, nadie es ya responsable ni de los más básicos modales ni de la honradez. Las cosas por las que solíamos castigar a nuestros hijos (insultos, menosprecios étnicos, vituperios, mentiras, llamativa falta de respeto hacia los demás) están volviéndose ahora aceptables en lo convencional. Incluso es más inquietante el hecho de que nos sentimos justificados moralmente al hacerlo. Ser vistos corteses, respetuosos y amables ya no se considera como una virtud, sino como una debilidad. La cortesía ha muerto.

¿Qué hay detrás de esto? ¿Cómo pasamos de Emily Post a lo que sucede hoy en los medios sociales? ¿Quién nos dio permiso, social y sagrado, para hacer esto?

Blaise Pascal escribió una vez esta famosa frase: “Los hombres nunca hacen el mal tan completa y alegremente como cuando lo hacen por una convicción religiosa”. Mucha gente la citó después de los ataques terroristas del 11 de Septiembre, cuando reconocieron esto en el Islamismo radical, donde el asesinato de masa estaba justificado y considerado como necesario en nombre de Dios.

Sin duda, es más fácil ver esto en algún otro porque, como dice Jesús, es más fácil ver la mota en el ojo de tu hermano que la viga en el tuyo propio. Esa misma creencia falsa que dio a los terroristas islámicos permiso moral para poner aparte todas las reglas de la decencia está tomando hoy raíz por dondequiera. ¿Por qué? La pasión religiosa por lo que uno cree que está bien y la creencia de que uno puede ponerse violento en la causa de la verdad hoy es prevalente dondequiera y nos está dando permiso moral para volvernos irrespetuosos, deshonrados y descorteses en nombre de la verdad, de la bondad y de Dios. Esto se justifica a sí mismo como profético, como armarnos guerreros por la verdad.

Nada podría estar más lejos de la verdad. El odio y la falta de respeto son siempre la antítesis de la profecía. Un profeta, dice Daniel Berrigan, hace un voto de amor, no de odio. Como Jesús, un profeta llora de amor sobre cualquier “Jerusalén” que junta su profecía con el odio. Un profeta nunca pone aparte el mandato no negociable de ser siempre respetuoso y honrado, sin importar la causa. Ninguna causa, ni social ni sagrada, otorga a uno una exención de las reglas de la elemental cortesía humana.

Mucha gente arguye contra esto señalando que Jesús mismo pudo ser muy duro con los que se le oponían. Duro lo fue; irrespetuoso y descortés, no. Además, bajo su desafío a aquellos que se le oponían, existía siempre el empático amor compasivo de un padre por un hijo alienado, no la fealdad que ves hoy en nuestros círculos de gobierno, en los medios sociales y en el odio de mirar hacia abajo que con frecuencia vemos hoy entre diferentes facciones ideológicas.

La verdad puede ser dura y enfrentarnos a un desafío muy fuerte, pero nunca puede ser irrespetuosa. La falta de respeto es una señal infalible de que uno no tiene razón, que uno no tiene la categoría moral alta y que en este asunto uno no está hablando de parte de Dios, de la verdad y de la bondad. Poner fuera las más elementales reglas del amor es ser un falso profeta, atrapado en el autointerés y el autoservicio a la verdad.

No es fácil mantener el equilibrio de uno en un tiempo amargo. La tentación de deslizarse bajo el techo ideológico en un lado o en otro y agradar a “la base de uno” parece irresistible humanamente. No obstante, al margen de a qué lado nos deslizamos, a derecha o a izquierda, siempre viene con esto una retórica prescrita, una descortesía prescrita, una falta de respeto prescrita y, no infrecuentemente, una deshonra prescrita. Junto con ese deslizamiento viene también la misma justicia de aquellos que se opusieron a Jesús y pensaron que estaban justificados de ser irrespetuosos y practicar la violencia en nombre de Dios.

Los tiempos amargos, un ambiente de odio y mentiras, y el encuentro en bandos opuestos entre sí nos tientan hacia lo que nos sale natural: el insulto, la falta de respeto, la carencia de bondad y la ausencia de honradez siempre que una verdad o una mentira nos sirve. Paradójicamente, el desafío está en la dirección opuesta. Hoy, dado el derrumbamiento de la cortesía, la llamada desde la verdad y desde Dios es ser más cuidadosos, más escrupulosos y más intransigentes que nunca en el respeto, la cortesía y la amabilidad que otorguemos a los demás.

Confiamos en pasar la eternidad juntos, comiendo en una única mesa. No nos preparamos, ni preparamos a aquellos con los que no estamos de acuerdo, para ocupar un lugar en esa mesa al enfrentarnos mutuamente con odio, falta de honradez, ausencia de respeto y coerción, como si esa mesa pudiera ser capturada por el poder y la violencia.

Al final, no todos de esa mesa se habrán querido a este lado de la eternidad, pero todos serán lo más amables, respetuosos y honrados al otro lado. Ron Rolheriser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - 

Padre, he pecado contra el cielo y contra ti; ya no merezco llamarme hijo tuyo.






Domingo 4º de Cuaresma

Gracias a: Rezando Voy. 

El Papa consagra Rusia y Ucrania a la Virgen María


En el marco de la Celebración de la Penitencia, este 25 de marzo, Francisco consagró a Rusia y a Ucrania al Inmaculado Corazón de María. Un gesto -dijo el Pontífice- que no es una fórmula mágica, sino un acto espiritual que refleja "la plena confianza de los hijos que, en la tribulación de esta guerra cruel e insensata que amenaza al mundo, recurren a la Madre, entregándose totalmente a Ella". 
Sigue leyendo... https://www.vaticannews.va/es/papa/news/2022-03/papa-francisco-homilia-consagra-rusia-ucrania-corazon-de-maria.html

Acoge, oh Madre, nuestra súplica.

Tú, estrella del mar, no nos dejes naufragar en la tormenta de la guerra.

Tú, arca de la nueva alianza, inspira proyectos y caminos de reconciliación.

Tú, “tierra del Cielo”, vuelve a traer la armonía de Dios al mundo.

Extingue el odio, aplaca la venganza, enséñanos a perdonar.

Líbranos de la guerra, preserva al mundo de la amenaza nuclear.

Reina del Rosario, despierta en nosotros la necesidad de orar y de amar.

Reina de la familia humana, muestra a los pueblos la senda de la fraternidad.

Reina de la paz, obtén para el mundo la paz.


Renueva tu sí a Dios, como María.

 

Calendario de Cuaresma.

La Iglesia en Asturias se une a la consagración de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María


El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz, ha dirigido una carta a «todos los sacerdotes, personas consagradas y fieles cristianos laicos de nuestra Archidiócesis de Oviedo», en la que declara que «acogemos filialmente y nos unimos a la iniciativa del Santo Padre, el Papa Francisco, de consagrar al Inmaculado Corazón de María esos dos países actualmente en guerra, Rusia y Ucrania». Con este motivo, anima a los párrocos a «tocar las campanas de nuestras iglesias el viernes 25 de marzo a las 17 horas», y a «rezar la oración que ha preparado el Papa Francisco uniéndonos a su plegaria en Roma, y a la que simultáneamente se hará en el Santuario de Fátima»
. Artículo completo.

La ceniza cuaresmal

Entramos en el tiempo de Cuaresma al imponernos la ceniza en nuestras frentes. ¿Qué se simboliza aquí? Quizás el corazón entiende mejor que la cabeza, porque el Miércoles de Ceniza acude a la iglesia más gente que cualquier otro día del año, incluida la Navidad. Las hileras de personas que desean recibir la ceniza son interminables en muchas iglesias. ¿Por qué? ¿Por qué la ceniza es tan popular?

Su popularidad -supongo yo- procede del hecho de que, como símbolo, la ceniza es trivial, primaria, arquetípica y habla el lenguaje del alma.

Algo dentro de nosotros sabe exactamente por qué tomamos la ceniza. Ningún médico de cualquier clase necesita explicar esto. La ceniza es polvo, tierra, humus; la humanidad y la humildad proceden de ella. La ceniza ha sido siempre un símbolo fundamental en todas las religiones. Vestirse de ceniza, sentarse en ceniza es decir públicamente y a ti mismo que estás en actitud penitencial, que esto no es “tiempo ordinario” para ti. Empolvarse con ceniza significa que este no es un tiempo de celebración para ti, que algún trabajo importante se está realizando dentro de ti y que estás, metafórica y realmente, en el cenizal de un fuego muerto, esperando algo que te llene más en tu vida.

Todo esto tiene hondas raíces. Hay algo innato en el alma humana que entiende, entiende que, a menudo, uno debe descender, ser empolvado, perder el propio lustre y esperar que la ceniza realice su silenciosa labor. Todas las antiguas tradiciones, sean religiosas o míticas, abundan en historias de tener que sentarse en la ceniza. Por ejemplo, todos nosotros conocemos la historia de la Cenicienta. Este es un sabio cuento de siglos que habla del valor de la ceniza en la vida. El nombre mismo, Cenicienta, alude a esto. Literalmente, el nombre de Cenicienta significa “la joven que se sienta en el cenizal, en la ceniza”. Además, como el cuento deja claro, antes de calzarse la zapatilla de cristal, antes de ponerse el bonito vestido, antes de ir al baile, antes de danzar con el príncipe y antes de casarse con él, debe haber primero un periodo de sentarse en el cenizal, de ser humillada, de estar esperando pacientemente, mientras estás preparándote para un sublime gozo y consumación. En la historia de la Cenicienta podemos ver una espiritualidad de la Cuaresma.

Las tradiciones americanas nativas también han tenido siempre un importante lugar para la ceniza. En algunas comunidades indígenas, existía la idea de que ocasionalmente alguien debería pasar cierto tiempo en la ceniza. Nadie sabía por qué una persona específica era llamada en un momento particular a sentarse en la ceniza, pero todos sabían que esto era una cosa natural, que la ceniza realiza un importante trabajo en el alma y que al fin esa persona retornaría a su vida normal y sería mejor por haber pasado cierto tiempo en la ceniza.

Por ofrecer un ejemplo: Ciertas comunidades nativas solían vivir en lo que ellos llamaban longhouses. Una longhouse era el edificio comunal, en realidad, la casa para la comunidad entera. Una longhouse era larga, rectangular, con grandes lados inclinados, con el centro del techo abierto de modo que este pudiera funcionar como una chimenea natural. Los fuegos se mantenían encendidos, tanto para cocinar como para calentarse, a lo largo de todo el centro de la longhouse. La gente se reunía allí, junto al fuego, para cocinar, comer y socializar, pero dormía lejos del fuego, bajo los techos que se inclinaban hacia cada lado del centro abierto. Con frecuencia, un hombre o una mujer, por razones que no tenía que explicar, dejaba de unirse a la rutina normal. En vez de eso, enmudecía, se sentaba justo al lado del fuego en la ceniza, comía muy frugalmente, no socializaba, no salía afuera, no se lavaba ni se acostaba con los demás, sino simplemente se sentaba en el cenizal.

Hoy probablemente diagnosticaríamos esto como depresión clínica y proporcionaríamos rápidamente a esa persona ayuda profesional. Por parte de la gente no cundía el pánico. Veían esto como perfectamente normal, algo a lo que la mayoría era llamada a hacer en un momento u otro. Simplemente dejaban a la persona sentarse en la ceniza hasta que un día se levantaba, lavaba la ceniza y empezaba de nuevo a vivir una vida normal. La creencia era que la ceniza, con alguien sentado en ella durante ese periodo de silencio, había hecho algo importante, un trabajo invisible en el interior de la persona. Te sientas en la ceniza en espera de sanación.

La iglesia aprovecha estos profundos pozos de sabiduría cuando pone ceniza en nuestras frentes al comienzo de la Cuaresma. La Cuaresma es un tiempo para que cada uno de nosotros se siente en la ceniza, empleemos nuestro tiempo, como la Cenicienta, en trabajar y sentados entre la ceniza, doliéndonos de algunas cosas que hayamos hecho mal, absteniéndonos de la danza, olvidándonos de banquetes, rehusando hacer negocios como de costumbre, sino más bien esperando pacientemente mientras tiene lugar en nuestro interior algún silencioso crecimiento. La Cuaresma es un tiempo de sosiego para que la ceniza pueda hacer su labor.

Y nosotros no necesitamos entender exactamente lo que está haciendo la ceniza. Esta tiene una larga historia de ser muy paciente con nosotros. Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, CMF) - 

Nuestro mejor regalo de despedida.

En su discurso de despedida en el Evangelio de Juan, Jesús nos dice que se marcha pero que nos dejará un regalo de despedida, el regalo de su paz, y que experimentaremos este regalo en el espíritu que nos deje tras de sí.

¿Cómo funciona esto? Cómo dejamos la paz y un espíritu tras nosotros cuando nos marchamos?

Esto no es nada abstracto, sino algo que experimentamos (quizá sólo inconscientemente) todo el tiempo en todas nuestras relaciones. Funciona de esta manera: Cada uno de nosotros trae consigo una cierta energía en cada relación que tenemos, y cuando entramos en un aposento, esa energía afecta de alguna manera a lo que todos los demás están sintiendo en ese lugar. Además, permanecerá con ellos después de que nos marchemos. Dejamos un espíritu tras nosotros.

Por ejemplo, si entro en un aposento y mi persona y presencia irradian energía positiva (confianza, estabilidad, gratitud, interés por los demás, alegría de vivir, ingenio y humor) esa energía afectará a todos que están en el local y permanecerá con ellos después de que me haya ausentado de él, como el espíritu que dejo tras de mí. A la inversa, aun cuando mis palabras podrían tratar de decir lo contrario, si mi persona y presencia irradian energía negativa (ira, celos, amargura, mentira o caos) todos lo sentirán, y esa energía negativa permanecerá con ellos después de mi marcha, dando color a todo lo que he dejado atrás.

Sigmund Freud sugirió una vez que entendemos las cosas lo más claramente cuando las vemos rotas, y eso es cierto aquí. Vemos esto ampliamente, por ejemplo, en el caso de cómo un padre alcohólico por mucho tiempo influye en sus hijos. A pesar de tratar de no hacerlo, traerá invariablemente una cierta inestabilidad, desconfianza y caos a su familia, y eso permanecerá ahí después de que se haya ido, como el espíritu que él deja tras de sí, a corto y largo plazo. Su persona y su presencia motivarán un sentimiento de desconfianza y caos, y el recuerdo de él hará lo mismo.

Lo mismo es cierto a la inversa referente a los que traen energía positiva, estabilidad y confianza a un lugar. Desgraciadamente, ahora, no sentimos con frecuencia el verdadero regalo que traen esas personas y lo que ese regalo nos hace. En su mayor parte se siente como una energía callada, no percibida conscientemente, y sólo después en nuestras vidas (a menudo mucho tiempo después de que las personas que hicieron eso por nosotros se han ido) reconocemos y apreciamos conscientemente lo que su presencia hizo por nosotros. Esto es cierto en mi caso cuando vuelvo a pensar en la seguridad y estabilidad del hogar que mis padres me proporcionaron. Cuando niño, a veces suspiraba por tener padres más animosos, y sentía ingenuamente la seguridad y estabilidad más como aburrimiento que como regalo. Años más tarde, mucho después de haber abandonado el hogar y aprendido de los demás qué deseosos estaban, siendo niños, de seguridad y estabilidad, reconocí el gran regalo que mis padres me habían dado. Cualesquiera que fueran sus deficiencias humanas, nos proporcionaron a mis hermanos y a mí un lugar estable y seguro en el que crecer. Ellos murieron cuando nosotros éramos aún jóvenes, pero nos dejaron el regalo de la paz. Me imagino que lo mismo se da en muchos de vosotros.

Esta dinámica (en que traemos estabilidad o caos a un lugar) es algo que diariamente da color a toda relación que tenemos, y es particularmente cierto referido al espíritu que dejaremos tras nosotros cuando muramos. La muerte clarifica las cosas, deja las cosas limpias, especialmente en cuanto a cómo somos recordados y cómo nuestro legado afecta a nuestros seres queridos. Cuando alguien cercano a nosotros muera, nuestra relación con él o con ella se limpiará finalmente y nosotros conoceremos exactamente el don o la carga que él o ella era en nuestras vidas. Puede ser que eso me suponga algo de tiempo -tal vez meses, tal vez años- pero al final recibiremos el espíritu que él o ella dejó tras sí con claridad y lo conoceremos como regalo o carga.

Y así, necesitamos tomar en serio el hecho de que nuestras vidas no nos pertenecen sólo a nosotros sino también a los demás. Semejantemente, nuestras muertes no nos pertenecen sólo a nosotros, sino también a nuestras familias, a nuestros seres queridos y al mundo. Estamos destinados a dar nuestras vidas y nuestras muertes a los demás como regalo. Si esto es cierto, entonces nuestro morir es algo que dará un regalo o una carga a aquellos que nos conocen.

Parafraseando a Henri Nouwen, si morimos con culpa, vergüenza, ira o amargura, todo eso viene a ser parte del espíritu que dejamos tras nosotros, amarrando o gravando las vidas de nuestra familia y amigos. Al contra           rio, nuestro morir puede ser nuestro regalo final para ellos. Si morimos sin ira, reconciliados, agradecidos a los que están a nuestro alrededor, en paz con las cosas, sin recriminación ni haciendo a los demás sentirse culpables, nuestra marcha será una tristeza, pero no una atadura ni una carga. Entonces el espíritu que dejemos tras nosotros, nuestro verdadero legado, continuará alimentando a los demás con la misma cálida energía que solíamos traer a un lugar. Ron Rolheiser (Trad. Bejamín Elcano, cmf) - 

Revisa tus prioridades ¿cómo las ordenas?

 

El Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.

El Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María 

El Papa Francisco consagrará Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María el viernes 25 de marzo durante una celebración penitencial en la Basílica de San Pedro del Vaticano.

Así lo informó este 15 de marzo el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni.

“El viernes 25 de marzo, durante la celebración penitencial que presidirá a las 5:00 p.m. en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco consagrará a Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María”, escribió Bruni.

El comunicado del Vaticano añade que “el mismo acto, el mismo día, será realizado” en el Santuario de la Virgen de Fátima (Portugal), por su Eminencia el Cardenal Konrad Krajewski, limosnero pontificio, “como enviado del Santo Padre”.

Ver artículo completo en "aciprensa":


¿Quién es Jesús para ti?

Proyecto Amor Conyugal: Retiro para matrimonios. Asturias 25 a 27 de marzo 2022

Se trata de un retiro para Matrimonios, con el objetivo de adentrarnos juntos en la Verdad del Matrimonio (según San Juan Pablo II) y experimentar la Alegría del Amor (según el Papa Francisco).

¿A quién va dirigido este retiro? A todos los esposos unidos por el Sacramento del Matrimonio y que quieran vivir una EXPERIENCIA de AMOR juntos, estén en crisis o no. A todos los que quieran fortalecer y reavivar su Sacramento del Matrimonio.

FECHAS: Será desde el viernes 25 de marzo a las 18:00h hasta el domingo 27 de marzo a las 17:30h.

LUGAR: Hotel y Casona El Carmen, en La Nozaleda, S/N, 33491 Perlora, Asturias.

PRECIOS: (Incluye alojamiento, pensión completa y gastos diversos) 290 € por matrimonio.


Para consultar cualquier duda o ponerte en contacto con nosotros, escríbenos a retiros.asturias@proyectoamorconyugal.es

Sobre Proyecto Amor Conyugal: https://proyectoamorconyugal.es/acerca-de está compuesto por matrimonios católicos que profundizamos en nuestra vocación conyugal y que ayudamos a otros a convertir su matrimonio en algo GRANDE.


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