Jesucristo: la persona y el misterio

Tendemos bastante naturalmente a pensar en la palabra “Cristo” como el segundo nombre de Jesús. Pensamos en el nombre “Jesucristo” como pensamos en nombres como “Susan Parker” o “Jack Smith”. Pero eso es una malsana confusión. Jesús no tuvo un segundo nombre. La palabra “Cristo” es un título que, a la vez que incluye la persona de Jesús, habla de algo más amplio que Jesús sólo. ¿Cuál es la diferencia entre “Jesús” y “Cristo”?
Jesús hace referencia a una persona concreta que, aun siendo la Segunda Persona de la Divinidad, anduvo por esta tierra durante 33 años y es todavía hoy alguien al que entendemos y nos referimos como una persona individual. Cristo hace referencia a algo más grande, a saber, al inmenso misterio de la creación y la salvación en el cual Jesús, como el Cristo, juega el papel fundamental pero que incluye la Eucaristía, la comunidad cristiana, las iglesias cristianas históricas, la comunidad de toda la gente sincera que camina en este planeta, y la creación física misma. Jesús es una persona con la que buscamos estar en una relación en amistad e intimidad, mientras Cristo es un misterio del cual nosotros y toda la creación somos parte y en  el que participamos.
Esto tiene enormes implicaciones, no la menor cómo entendemos la espiritualidad y la iglesia. En esencia, esto es lo que está en juego: ¿Qué es lo más importante para nosotros: lo que Jesús ha hecho y pide de nosotros o la persona de Jesús mismo? Es interesante mirar a las diferentes iglesias cristianas en términos de esa cuestión: ¿Están más enfocadas en la enseñanza de Jesús o en la persona de Jesús? ¿Están más enfocadas en Jesús o en Cristo?
En términos de una gran sobre-generalización, podríamos decir que el Catolicismo Romano y el Protestantismo principal han tendido a centrarse en las enseñanzas de Jesús y las demandas del discipulado que dimanan de aquellas enseñanzas más de lo que se han centrado en la persona de Jesús mismo. Lo contrario es verdad para la tradición Evangélica, donde el énfasis ha estado y continúa estando en la persona de Jesús y nuestra relación individual con él. Para ser justos, ambas tradiciones, claramente, incluyen también la otra dimensión. Los Católicos Romanos y los Protestantes principales no han ignorado la persona de Jesús, y los Evangélicos no han ignorado las enseñanzas de Jesús; pero, en ambos casos, uno ha sido más central que el otro. El Catolicismo Romano, por su parte, también enfatizó la dimensión de la intimidad uno-a-uno con Jesús, pero situó eso en su práctica devocional más que en su teología principal, que está centrada más en el misterio de Cristo que en la persona de Jesús.
La espiritualidad, como se esperaba, tendía a seguir el mismo patrón. Los Católicos Romanos y los Protestantes principales, a diferencia de los Evangélicos, no han hecho de la intimidad uno-a-uno con Jesús la pieza central de la espiritualidad, aun manteniéndolo como el ideal supremo. Su énfasis está en Cristo. Los Evangélicos, por otro lado, se centraron en una afectiva, uno-a-uno, intimidad con Jesús, de un modo que dejaron frecuentemente a los Católicos Romanos y a los Protestantes principales  preguntándose justamente lo que los Evangélicos querían decir cuando nos preguntaban: “¿Te has encontrado con Jesucristo?” “¿Es Jesucristo tu Señor y Salvador personal?” “¿Has nacido de nuevo?”. Por el contrario, los Católicos Romanos y los Protestantes principales con frecuencia miraron   críticamente a sus hermanos y hermanas Evangélicos, preguntando si su énfasis primordial en la salvación personal y la intimidad personal  con Jesús no los distrae de tener que tratar con algunas enseñanzas centrales de Jesús que tienen que ver con la justicia social y con el amplio abrazo de la fe.
Se admite que ambos énfasis son necesarios. Vemos eso claramente en la predicación de la iglesia primitiva. El renombrado erudito escriturista  Raymond Brown nos dice que, empezando ya con san Pablo, los primeros predicadores cristianos cambiaron el enfoque primero de su proclamación a Jesús mismo, casi como si ellos no pudieran anunciar el reino sin hablar  primero de aquel por el que el reino se hacía presente.
Proclamar a la persona misma (más bien que sólo el mensaje de esa persona) fue nuevo para los primeros predicadores cristianos. Su proclamación de la persona de Jesús fue radicalmente diferente de la manera que las Escrituras Hebreas honran a Moisés; ellos honran  su mensaje, pero nunca ponen atención a su persona en términos de pedir a alguien relacionarse con él. Como un aparte: Hay una lección aquí en términos de cómo tratamos con frecuencia a nuestros santos y personas santas. Los honramos por admiración, cuando lo que nos piden en realidad es que imitemos sus acciones.
El discipulado cristiano, claramente, pide ambas cosas: intimidad con Jesús y atención a lo que él enseñó, piedad personal y justicia social, firme lealtad a la propia familia eclesial de uno y la capacidad de abrazar también a todos los otros de sincero corazón como familia de fe de uno. Soren Kierkegaard sugirió una vez que lo que Jesús quiere de verdad es seguidores, no admiradores. Eso es hablar como un verdadero Protestante principal. Los  Evangélicos no estarían en desacuerdo, pero argüirían que lo que Jesús quiere de verdad es una íntima relación con nosotros. Los primeros predicadores del Evangelio estarían de acuerdo con ambos: Kierkegaard y los Evangélicos. Necesitamos proclamar ambas cosas: el mensaje de Jesús y a Jesús mismo.
Ron Rolheiser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - Lunes, 30 de septiembre de 2019. Fuente: Ciudad Redonda.org

Dame Señor "entrañas de Misericordia"


 Domingo 26º del  tiempo ordinario

El sueño del rico epulón

Una noche un rico, mientras dormía, tuvo un sueño. Se encontraba en un lugar oscuro, lleno de gritos, lágrimas y ausencia de felicidad. De pronto, miró hacia arriba y reconoció la silueta de un pobre mendigo que saltaba de felicidad y alegría, y todos los que estaban con él tenían una sonrisa eterna en sus rostros. El rico empezó a gritar pidiéndole ayuda, pero la distancia era tan grande que no podía llegar su voz a los oídos del pobre. Sudando, se despertó repentinamente de la pesadilla… y se quedó pensando en lo que había soñado. De repente recordó que a su puerta siempre dormía un pobre hombre con hambre y lleno de heridas. Se dijo que se parecía mucho al que había visto en sueños. Se acercó al portal de su casa. Le invitó a entrar y le preguntó por su nombre. Llamó al médico para que lo curara y le dijo a la sirvienta que le preparara una buena comida. Después de una semana, ya casi recuperado, le invitó a quedarse con él en su mansión como personal de mantenimiento de la casa y el jardín. El rico descubrió entonces que la alegría comenzaba a sonreír en su corazón y que había llegado a través de la misericordia y la compasión. Desde entonces, el rico se hizo cada vez más pobre porque comenzó a compartir y promover la justicia, pero su corazón se había convertido en el más rico y entrañable del mundo porque ya vivía feliz haciendo felices a los demás. (Fermín Negre) Fuente Rezandovoy
Gracias a: Rezando Voy 

Familias del Corazón de María. Inauguración del curso

Parrillada el sábado 28 en el área recreativa "La Tejera" en Lamuño.
Salida frente a la iglesia a las 10.
Paseo a pie hasta la ermita y Eucaristía.
Comida a las 14:30.
Abierto a todas las familias
Menú


Algunos consejos sobre la fe y la religión para la generación actual

No es ningún secreto que hoy estamos siendo testigos de una disminución masiva en la asistencia a la iglesia y, aparentemente, de una pérdida paralela de interés en la religión. La mentalidad tradicional, dentro de la cual nos preocupábamos, a veces obsesivamente, por el pecado, por ir a la iglesia, y por el cielo y el infierno, ya no tiene influencia para millones de personas. Un padre, preocupado por el estado religioso de sus hijos, compartió conmigo recientemente, "nuestras viejas  preocupaciones religiosas nunca oscurecen sus mentes". ¿Qué se puede decir al respecto?
Ciertamente, puede que yo no sea la persona más adecuada para ofrecer este consejo. Tengo más de 70 años, soy un escritor espiritual cuyo interés principal de investigación y enseñanza se centra ahora mismo en la espiritualidad del envejecimiento, y soy un sacerdote católico romano, un miembro de una comunidad religiosa, que puede ser percibido como un simple representante de la religión y de la iglesia.
Pero, a pesar de eso, aquí hay algunos consejos sobre la fe y la religión para la generación de hoy.
Primero: Busca honestamente. La primera preocupación de Dios no es si vas a la iglesia o no, sino si eres honesto en tu búsqueda de la verdad y del sentido. Cuando el apóstol Tomás duda de la veracidad de la resurrección, Jesús no le regaña, sino que simplemente le pide que extienda su mano y continúe buscando, confiando en que si busca honestamente, finalmente encontrará la verdad. Lo mismo ocurre con nosotros. Todo lo que tenemos que hacer es ser honestos, no mentir, reconocer la verdad a medida que se nos revela. En el Evangelio de Juan, Jesús establece una sola condición para venir a Dios: Se honesto y nunca te niegues a reconocer lo que es verdad, sin importar lo inconveniente que sea. Pero la clave es ser honesto! Si somos honestos, eventualmente encontraremos un sentido y eso nos llevará a donde tenemos que ir - quizás incluso a la puerta de una iglesia en algún lugar. Pero aunque no lo haga, Dios nos encontrará. El misterio de Cristo es más grande de lo que imaginamos.
Segundo: Escucha lo más profundo en tu interior. El alma es un bien precioso. Asegúrate de respetar la tuya. Respeta la voz dentro de tu alma. Más profunda que las muchas voces tentadoras que oís en el mundo y que os llaman en todas direcciones, es una voz dentro de vosotros que, como una sed insaciable, os recuerda siempre la verdad de esta oración de san Agustín: Nos has hecho para ti, Señor, y nuestros corazones están inquietos hasta que descansen en ti. Mantente en contacto con esa voz. La oirás en tu inquietud y, en palabras de Karl Rahner, te enseñará algo que al principio es difícil de soportar pero que finalmente te hará libre: En la tormenta de la insuficiencia de todo lo que se puede lograr, aprendemos finalmente que esta vida es una sinfonía inacabada.
Tercero: ¡Cuidado con la masa! En los Evangelios la palabra "multitud" es casi siempre peyorativa. Por una buena razón: Las multitudes no tienen mente y la energía de una multitud es a menudo peligrosa. Así que ten cuidado con lo que Milan Kundera llama "la gran marcha", es decir, su propensión a ser liderada por la ideología, el pensamiento de grupo, la última moda, la persona o cosa popular, el falso sentimiento de estar en lo cierto, porque la mayoría de la gente se siente de esa manera, y las presiones sociales que vienen tanto de la derecha como de la izquierda. Sé fiel a ti mismo. Sé el profeta solitario que no teme estar solo en el mundo exterior. Sueña. Sé idealista. Protege tu alma. No la regales a precio de ganga.
Cuarto: No confundir la fe con la Iglesia - pero no descartes a la iglesia demasiado rápido. Cuando preguntan a los que no son creyentes hoy en día por qué no lo son, sistemáticamente, su respuesta es: "Ya no creo". Pero, ¿qué es eso en lo que ya no creen? Lo que ya no creen no es en realidad la verdad sobre Dios, la fe y la religión, sino más bien lo que han oído sobre Dios, la fe y la religión. Aclara esto y descubrirás que tienes fe. Además, no descartes las iglesias demasiado rápido. Tienen deficiencias reales; no te equivocas al respecto, pero siguen siendo el mejor GPS disponible para ayudarte a encontrar tu camino hacia el sentido. Son una hoja de ruta elaborada por multitud de exploradores que han recorrido el camino antes que tú. Tu puedes ignorarlos, pero entonces mantente atento a la suave voz de Dios que a menudo dice: "Recalculando". Dios te llevará a casa, pero las iglesias pueden ayudarte.
Cuarto: No te olvides de los pobres. Cuando tocas a los pobres, tocas a Dios y, como dice Jesús, en el día del juicio seremos juzgados por cómo servimos a los pobres. Entrégate en alguna forma de altruismo, sabiendo, como dice Jesús, que no son los que dicen Señor, Señor, los que van al cielo, sino los que sirven a los demás. En su búsqueda, tu necesitas obtener un carta de recomendación de parte los pobres.
Quinto: Busca entre tus contemporáneos un modelo que te inspire. Jean Vanier, Henri Nouwen, Thomas Merton, Dorothy Day, Oscar Romero, Dietrich Bonhoeffer, Simone Weil, Etty Hillesum, y Dag Hammarskjold, entre otros - todos han afrontado tus problemas. Ron Rolheiser - Lunes, 23 de septiembre de 2019. Fuente: CiudadRedonda.org

Informaciones, fechas e inscripciones en el nuevo curso parroquial

Catequesis de comunión, postcomunión y confirmación

 Inscripciones: de lunes a viernes y de 17 a 19 (de 16 a 28 septiembre)
ComienzoViernes, día 4 de octubre, a las 18,00 h.,
comunión-postcomunión- 
confirmación (de 6. E.P a 3º ESO).  
a las 20,30, confirmación (de 3º ESO a 1º Bachiller).

 

Catequesis y Confirmación

puedes comenzar
 ü   en  3º de ESO  (14 años)
V  Confirmación:  inicio de 2º bachillerato
ü   con  Postcomunión  (al menos desde 6º E.P. )
V  Confirmación:  inicio de 4º ESO
ü   a partir de los 18 años:  CATEQUESIS de ADULTOS
J  HORARIO
F   a partir de 3º ESO: viernes, de 20,30 a 21,30
F   con Postcomunión/preadolescentes: viernes, de 18 a 19,15 h.
F   a partir de 18 años y adultos:  ¡Infórmate!
 J  INSCRIPICIONES
ü  de lunes a viernes, de 5 a 7 de la tarde
(del 16 al 28 de septiembre).

niños * jóvenes * adultos

Niños
Comunión: 1º,2º y 3º de E.P.
Postcomunión-preconfirmación: 4º, 5º y 6º de E.P
Horario: viernes, de 6 - 7,15
Grupos y activivades infantiles (“Amigos Claret”, Coro, Adoración), ¡infórmate!

Adolescentes
Confirmación: 6º, 1º, 2º y 3º ESO 
Confirmación: inicio 4º ESO
Horario: viernes, de 6-7,15

Jóvenes
Confirmación: a partir de 3º de la ESO  
Confirmación:  inicio 2º bachillerato
horario: viernes, de 8,30-9,30

Mayores de 18 años:
CATEQUESIS de ADULTOS.
Grupos y actividades juveniles
    (catequista, solidaridad, coro, misiones, oración, etc.)
Padres/familias/adultos
Familias Corazón de María
Formación de Adultos


Para inscribirse y para cualquier inquietud e información:
P. Sotillo, de 17,00 a 19,00 h.
    (y siempre que pueda, o bien, llamando al tfno. 985230496)
y del
16 al 28 de septiembre.
    Comenzaremos el viernes, 4 de octubre,
menos
1º Confirmación (se avisará).

Sígueme. Él se levantó y lo siguió. Fiesta de San Mateo 21 de septiembre.

Origen de la Fiesta de San Mateo

Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios 4, 1-7. 11-13:

Yo, el prisionero por el Señor, os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor; esforzaos en mantener la unidad del Espíritu con el vinculo de la paz. Un solo cuerpo y un solo Espíritu, como una sola es la esperanza de la vocación a la que habéis sido convocados. Un Señor, una fe, un bautismo. Un Dios, Padre de todo, que lo trasciende todo, y lo penetra todo, y lo invade todo. A cada uno de nosotros se le ha dado la gracia según la medida del don de Cristo. Y él ha constituido a unos, apóstoles, a otros, profetas, a otros, evangelizadores, a otros, pastores y maestros, para el perfeccionamiento de los santos, en función de su ministerio, y para la edificación del cuerpo de Cristo; hasta que lleguemos todos a la unidad en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, al hombre perfecto, a la medida de Cristo en su plenitud.

Salmo. Sal 18 R/. A toda la tierra alcanza su pregón

El cielo proclama la gloria de Dios,
el firmamento pregona la obra de sus manos:
el día al día le pasa el mensaje,
la noche a la noche se lo susurra. R/.
Sin que hablen, sin que pronuncien,
sin que resuene su voz,
a toda la tierra alcanza su pregón
y hasta los limites del orbe su lenguaje. R/.

Evangelio del día. Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 9-13

En aquel tiempo, vio Jesús al pasar a un hombre llamado Mateo, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: «Sígueme.»
Él se levantó y lo siguió. Y, estando en la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: «¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y pecadores?»
Jesús lo oyó y dijo: «No tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa "misericordia quiero y no sacrificios": que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores.»

Reflexión del Evangelio de hoy. Para la edificación del cuerpo de Cristo
San Pablo, desde la prisión, exhorta a los cristianos de Éfeso, a lo mismo que se nos puede exhortar a todos cristianos de cualquier época, a andar “como pide la vocación a la que habéis sido convocados”. Y sabemos bien que esta vocación es seguir a Jesús, el que nos ha llamado, el que nos ha seducido… a vivir como él vivió.
En este pasaje les hace unas cuantas recomendaciones encaminadas todas ellas a que el amor, la concordia reine entre ellos. Se esfuerza San Pablo en resaltar todo lo que de común y único hay en la vida cristiana: Un solo Espíritu, una meta, una esperanza, un solo Señor, una fe, un bautismo, un Dios… de lo que todos disfrutan. En cristiano, en cuanto a dignidad, todos somos iguales, nadie es más que nadie, nadie es superior a nadie. Todos tenemos la misma y sublime dignidad de ser hijos de Dios y hermanos unos de otros. Nadie puede mitrar por encima del hombro a nadie.
Esto es compatible con los distintos ministerios y servicios que cada cristiano pueda realizar en la comunidad: “Cristo ha constituido a unos apóstoles, a otros profetas; a otros evangelistas; a otros pastores y doctores…”, pero esta diversidad de ministerios y tareas no es para creerse superiores a los demás, sino en vista a trabajar “para la edificación del cuerpo de Cristo”.
Sígueme. Él se levantó y lo siguió
Dos temas diferenciados nos presenta el evangelio de hoy. La llamada a Mateo y la actitud de Jesús con los pecadores. En lo referente a Mateo, hay que destacar dos puntos: El primero, Jesús no le pregunta si quiere seguirle… se dirige a él en tono imperativo: “Sígueme”. Cada uno de nosotros puede recordar cómo fue el acercamiento de Jesús a nosotros. El segundo punto es la inmediatez de la respuesta de Mateo: “él se levantó y lo siguió”. Algo muy especial tuvo que ver Mateo en Jesús para darle esta respuesta.
El otro tema es la distinta postura que tienen los fariseos y Jesús ante los pecadores. Los fariseos tenían claro que no había que acercarse a los pecadores, pues oficialmente eran enemigos de Dios, hacían lo contrario de lo que él pedía. Jesús, en cambio, se acerca a ellos, no les condena, les tiende su mano, les ofrece su perdón, su misericordia para ver si vuelven al buen camino, el que lleva a estar a gusto en la vida: “No tiene necesidad de médico los sanos, sino los enfermos. Andad, aprended lo que significa misericordia quiero y no sacrificios, que no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Fray Manuel Santos  Sánchez Fray Manuel Santos Sánchez / Convento de Santo Domingo (Oviedo) Fuente: dominicos.org

El aroma de la humildad

Según Isaac el Sirio, un famoso obispo y teólogo del siglo VII, una persona que es genuinamente humilde emite un cierto olor que otras personas sentirán y que incluso los animales captarán, de modo que los animales salvajes, incluyendo las serpientes, caerán bajo su hechizo y nunca le harán daño a esa persona.

Esta es su lógica: Una persona humilde, cree, ha recuperado el olor del paraíso y en la presencia de tal persona uno no se siente juzgado y no tiene nada que temer, y esto es cierto incluso para los animales. Se sienten seguros alrededor de una persona humilde y se sienten atraídos por ella.  No es de extrañar que gente como Francisco de Asís pudiera hablar con los pájaros y hacerse amigo de los lobos.
Pero, por muy bello que suene todo esto, ¿es un cuento de hadas piadoso o es una metáfora rica y arquetípica?  Me gusta pensar que es lo segundo, es una metáfora rica, y quizás incluso algo más. La humildad, en efecto, tiene un olor, el olor de la tierra, del suelo y del paraíso.
¿Pero cómo? ¿Cómo puede una cualidad espiritual emitir un olor físico?
Bueno, somos psicosomáticos, criaturas de cuerpo y alma. Así, en nosotros, lo físico y lo espiritual son tan parte de una misma sustancia que es imposible separarlos unos de otros. Decir que somos cuerpo y alma es como decir que el azúcar es blanca y dulce y que la blancura y la dulzura nunca se pueden poner en pilas separadas. Ambos están dentro del azúcar. Somos una sola sustancia, inseparable, cuerpo y alma, por lo que siempre somos tanto físicos como espirituales. Así que, de hecho, sentimos cosas físicas espiritualmente, así como olemos cosas espirituales a través de nuestros sentidos físicos. Si esto es cierto, y lo es, entonces, sí, la humildad emite un olor que se puede sentir físicamente y el concepto de Isaac el sirio es más que una mera metáfora.
Pero también es una metáfora: La palabra humildad toma su raíz en la palabra latina humus, que significa tierra, suelo y tierra. Si uno va con esta definición, entonces la persona más humilde que usted conoce es la persona más digna y más enraizada. Ser humilde es tener los pies firmemente plantados en la tierra, estar en contacto con la tierra y llevar el olor de la tierra. Más aún, ser humilde es tomar el lugar que nos corresponde como un pedazo de tierra y no como alguien o algo separado de ella.
El célebre místico y científico Pierre Teilhard de Chardin lo expresó a veces en sus oraciones. Durante los años en que, como paleontólogo, trabajó durante largos períodos en los desiertos aislados de China, a veces componía oraciones a Dios en una forma que él llamaba: Una Misa para el Mundo. Hablando a Dios, como sacerdote, identificaría su voz con la de la tierra misma, como ese lugar dentro de la creación física donde la tierra misma, el mismo suelo, podía abrirse y hablar a Dios. Como sacerdote, no hablaba por la tierra; hablaba como si fuera  la tierra, dándole voz, en palabras con esta finalidad:
“Señor, Dios, me presento ante ti como un microcosmos de la tierra misma, para darle voz: Vean en mi apertura, la apertura del mundo, en mi infidelidad, la infidelidad del mundo; en mi sinceridad, la sinceridad del mundo, en mi hipocresía, la hipocresía del mundo; en mi generosidad, la generosidad del mundo; en mi atención, en mi distracción, la distracción del mundo; en mi deseo de alabarte, mi deseo de alabarte y en la preocupación por mí mismo, el olvido del mundo de ti. Porque yo soy de la tierra, un pedazo de tierra, y la tierra se abre o se cierra a vosotros a través de mi cuerpo, mi alma y mi voz.”
Esto es humildad, una expresión de humildad genuina. La humildad no debe confundirse nunca, como ocurre a menudo, con una autoimagen herida, con un excesivo apocamiento, con la timidez y el miedo, o con una autoconciencia hipersensible. Demasiado común es la noción de que una persona humilde es aquella que es modesta hasta la culpa, que huye de los elogios (incluso cuando se los merece), que es demasiado tímida como para confiar y abrirse en la intimidad, o que es tan temerosa o auto-consciente y teme ser avergonzada y por eso nunca da un paso adelante y ofrece sus dones a la comunidad. Esto puede ser al mismo tiempo una persona gentil y modesta, pero debido a que nos estamos humillando a nosotros mismos cuando negamos nuestros propios dones, nuestra humildad es falsa, y en el fondo lo sabemos, pero esto hace que se alimente una ira a veces no tan oculta y ser propenso a ser un persona pasiva y agresiva.
La persona más humilde que conoces es la persona que está más arraigada, es decir, la persona que sabe que no es el centro de la tierra, pero también sabe que no es un pedazo de tierra de segunda clase. Y esa persona emitirá una fragancia que lleva tanto la fragancia del paraíso (del regalo divino) como el olor de la tierra. Rol Rolheiser - 

Hijo mío, tú siempre estás conmigo, todo lo mío es tuyo



 Domingo 24º del  tiempo ordinario

Gracias a: Rezando Voy 


Jubileo de la Santa Cruz

Desde el 14 de septiembre (Fiesta de la exaltación de la Santa Cruz) hasta el 21 de septiembre (Fiesta de San Mateo) tendrá lugar el Jubileo de la Santa Cruz en la Santa Catedral de Oviedo.
La indulgencia del Jubileo de la Santa Cruz (La tradicional Perdonanza)
se obtiene en las siguientes condiciones:
1º Visita piadosa a la Santa Iglesia Catedral de Oviedo y rezo del Padrenuestro y Credo.
2º Confesión sacramental.
3º Comunión eucarística.
4º Oración por las intenciones del Sumo Pontífice Padrenuestro y Ave María, u otra piadosa oración).
Las condiciones 2ª, 3ª y 4ª pueden practicarse varios días antes o después de la visita a la Catedral.
La programación consiste en:
Sábado 14 – 18.30 horas – Misa Jubilar con bendición, mostrándose el Santo Sudario en el presbiterio.
Domingo 15 – 18.30 horas – Misa jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Lunes 16 – 18.30 horas – Misa Jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Martes 17 – 18.30 horas – Misa Jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Miércoles 18 – 18.30 horas – Misa Jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Jueves 19 -18.30 horas -Misa Jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Viernes 20 – 18.30 horas – Misa Jubilar y posterior visita a la Cámara Santa para venerar el Sudario.
Sábado 21 – 12.00 horas – Misa Jubilar con bendición, mostrándose el Santo Sudario en el presbiterio y, tras la misa de las 18,30, se subirá a la Cámara Santa para venerar el Sudario. Fuente