Te seguiré adondequiera que vayas

 





Domingo 13º del Tiempo Ordinario

Gracias a: Rezando Voy. 

Mujeres, desigualdad y feminismo. Artículo.

 Aún hay gente por todas partes que cree que ya no existe ningún problema relativo a la condición de las mujeres. Amplia es la creencia de que hoy, al menos en los países democráticos, las mujeres gozan de total igualdad con los hombres. También, para muchos, el feminismo es una mala palabra, cargada políticamente, que representa una ideología liberal radical cuya agenda está en oposición a los valores familiares tradicionales. ¿Qué hay que decir sobre esto?

Primero, el feminismo, como el Cristianismo, es un término amplio que incluye tanto expresiones sanas como estridentes. Hay buenas feministas y las hay estridentes, como se dice también de los cristianos. Sea como sea, mi intento aquí es sugerir que nada puede estar más lejos de la verdad que la ingenua creencia de que se ha conseguido la igualdad de género, en cualquier lugar. No, no se ha conseguido, ni por asomo.

¿Por qué digo esto? Antes de ofrecer más evidencia sustancial, permitidme resaltar sólo un ejemplo. Vivo en el Oeste, en los Estados Unidos, en América, en Texas, en San Antonio (una ciudad muy cristiana y compasiva), en una cultura democrática de la que está orgullosa y se cree que es un faro para el mundo en referencia a los derechos humanos y la igualdad de las mujeres. Aun así, según leo en nuestro diario, raramente pasa una sola semana en la que no se dé información de una mujer que muere a causa de violencia doméstica. Además, estos son sólo reportajes de mujeres asesinadas por un compañero doméstico; los números son sin duda astronómicamente más elevados si nos referimos a mujeres que sufren abuso físico y sexual en nuestros hogares. Advertid que, en el 90% de estos casos, es la mujer quien muere.

Sin embargo, para acreditar la reclamación de que las mujeres sufren, masiva y desproporcionadamente, de desigualdad, permitidme citar una serie de comentarios tomados de un libro reciente, Awakening (Despertar), de Joan Chittister:

-“El hecho es que dos tercios de los pobres del mundo son mujeres, dos tercios de los analfabetos del mundo son mujeres, y dos tercios de los hambrientos del mundo son mujeres. La opresión de la mitad de la raza humana no puede ser explicada accidentalmente… Mujeres son la mayoría de los pobres, la mayoría de los refugiados, la mayoría de los faltos de educación, la mayoría de los derrotados y la mayoría de los rechazados del mundo”.

-“La historia de las mujeres es de opresión, discriminación y violencia histórica y universal. En el Budismo, las mujeres que han llevado vidas de total dedicación espiritual están entrenadas para aceptar órdenes de parte del más joven de los monjes varones. En el Islam, a las mujeres se les exige que lleven un velo sobre sus cabezas y cubran sus cuerpos para expresar su indignidad y señalar el hecho de que pertenecen a algún hombre. En el Hinduismo, las mujeres son abandonadas por sus esposos a causa de tareas más altas y dotes más copiosas, o se les responsabiliza de su muerte en virtud de un mal karma de una mujer. En la mayoría de las formas del Judaísmo, a las mujeres se les deniega el acceso al ritual y educación religiosos. En el Cristianismo, hasta recientemente y en muchos sectores aún, los derechos legales de las mujeres han estado equiparados con los de los niños más pequeños; golpear a la esposa está protegido por el derecho doméstico, e incluso la vida espiritual de las mujeres está dictada, dirigida y controlada por los hombre de la fe”.

Además, Chittister destaca una ironía que generalmente sigue sin ser reconocida y, peor aún, se usa frecuentemente para camuflar nuestro fracaso en conceder a las mujeres igual estatus. Aquí está la ironía. Muchos de nosotros fomentamos, consciente o inconscientemente, una actitud que con razón podría ser llamada feminismo romántico, en el que idealizamos y exaltamos sobremanera a las mujeres; y, de manera irónica pero comprensible, por ese mismo motivo acabamos por denegarles la plena igualdad. Así es como Chittister lo expresa: “en ninguna otra clase, se ha prodigado ciertamente tanta poesía, tanta música, tantas flores, tanta adulación, tanta tolerancia, tanto amor romántico, y tan poco respeto moral e intelectual, espiritual y humano”. En esencia, una exagerada idealización de las mujeres, les dice: ¡sois tan especiales y maravillosas que no deberíais ser tratadas de la misma manera que los hombres!

Tengo la edad precisa como para haber vivido a lo largo de un par de generaciones de feminismo. En los 1980 y 1990, cuando enseñaba teología en un par de universidades, el feminismo, tanto el sano como el estridente, era muy fuerte en la facultad y en gran parte de la corporación estudiantil. Confieso que no siempre me sentí a gusto con él, particularmente con su tono muchas veces militante. Comprendí su legitimidad, aun cuando temía su estridencia.

Bien, los tiempos han cambiado. Hoy, en las aulas donde enseño, me encuentro más y más, con mujeres, mujeres más jóvenes, que tienen poca simpatía o interés por el feminismo de los 1980 y 1990. Se da casi una actitud arrogante hacia esas mujeres que fueron pioneras de la agenda feminista. En parte, es una cosa generacional que resulta comprensible. En parte, sin embargo, es también una ingenuidad, una creencia infundada de que la batalla ha sido ganada, que las mujeres tienen ahora lograda la plena igualdad, que ya no hay necesidad de las batallas al estilo antiguo.

Así pues, cuando leo las nada halagüeñas estadísticas de Chittister y leo casi diariamente en nuestros periódicos sobre la violencia doméstica, echo en falta a esas feministas luchadoras con quienes una vez me encontré en las aulas y en las reuniones de la facultad hace todos esos años. Ron Rolheriser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - 

JIRA AL SAGRADO CORAZÓN EN EL MONTE NARANCO

 

FIESTA DEL AMOR Y DE LA ALEGRÍA 

Monumento de todos los asturianos

26 de junio de 2022, a las 12 horas

Celebración de la Eucaristía

Autobuses 10:30 y 11:15 desde Plaza América

Regreso a partir de las 13:30

Campamentos de verano, organizados por la parroquia. Curso 2122


El Padre Sotillo, desde la parroquia del Corazón de María de Oviedo, organiza diversos turnos de campamentos de verano en Doney de la Requejada, en la Alta Sanabria, cerca de el Lago de Sanabria, Zamora. 

Según se puede leer en los documentos adjuntos, pueden ir niños desde 3º de primaria hasta jóvenes de 2º bachillerato.

Para informase e inscribirse desde Asturias: Padre. Sotillo, Plaza. de América, nº 12, parroquia del Corazón de María, teléfono 661173472
 



El sentido del humor de Dios. Artículo.

Si confiamos auténticamente en la escritura, en nuestra propia experiencia y en nuestra propia sensatez, sólo podemos concluir que Dios tiene cierto sentido del humor, incluso fuerte y astuto. ¿Dónde está la evidencia?

Hace una generación, Peter Berger escribió un interesante librito titulado Un rumor de ángeles. A diferencia de Tomás de Aquino, Anselmo, Descartes y algunos renombrados filósofos, no trató de “probar” la existencia de Dios a través de la lógica y la argumentación. Más bien, simplemente examinó algunas experiencias humanas muy ordinarias y señaló lo que está oculto dentro y detrás de los muros de esas experiencias. Por ejemplo, cuando por la noche una madre atiende y calma al hijo que está asustado, asegurándole que no hay nada que temer, hace esto de buena fe, sólo porque a cierto nivel profundo intuye que, en definitiva, todo está bien. En efecto, inconscientemente, está rezando un Credo.

Ahora bien, una de las experiencias que Berger destaca es la experiencia del humor. He aquí su tesis: no importa lo opresiva y espantosa que sea la circunstancia; los seres humanos siempre tienen la capacidad de no dar importancia a eso, de verla a través del prisma de la ironía y el humor. Por ejemplo, los mártires han bromeado con sus ejecutores y, sin duda, hubo a veces alguna burla, sarcasmo, ironía y humor amargo en los campos de exterminio. El hecho de que la gente pueda hacer esto, y de hecho lo haga, muestra que siempre hay algo trascendental en nosotros, algo sobre lo cual ninguna opresión humana tiene poder, algo que nos pone por encima de cualquier situación en la que nos encontremos. Nuestro sentido de la ironía y el humor manifiesta que algo en nuestra alma nos coloca sobre cualquier cosa que nos pueda acosar.

Y esto puede tener su origen en un solo lugar, en el Creador que nos hizo. Así, Dios no sólo debe tener sentido del humor; el humor debe ser algo inherente a la naturaleza de Dios, dado que el humor es bueno y Dios es el autor de todo lo que es bueno.

Hay una escuela de filosofía clásica que cree que Dios tiene cuatro propiedades trascendentales. Dios -enseña esa escuela- es Uno, Verdadero, Bueno y Bello; a esto podemos añadir Humorista. Además, esto se puede deducir de algo más que del solo hecho de sentir nosotros que ese humor manifiesta nuestra trascendencia en una situación dada. Más importantemente, podemos deducir que el humor tiene algo de sacralidad al examinar las partes componentes del amor. Dios es amor, y el humor es innegablemente una parte importante del amor.

Cuando los filósofos griegos clásicos definieron el amor, destacaron en él algunos componentes, a saber, atracción erótica, obsesión, amistad, disposición pragmática y altruismo. Sin embargo, también destacaron otro componente, jovialidad/broma/humor. Qué perspicaces. El humor junto con la broma sana y juguetona es parte de la grasa que nos posibilita sustentar las relaciones por largo tiempo a pesar del inevitable exceso de familiaridad, daño, desánimo, hastío que acosan aun a las relaciones más amorosas. El humor ayuda a que todo funcione. Así, ya que eso es una innata parte del amor, es una parte innata de Dios.

Tristemente, no representamos con frecuencia a Dios de esa manera. El Cristianismo, el Judaísmo y el Islamismo tienen esto en común. Todos representamos a Dios como varón, célibe, solemne… y sin humor. ¿Cómo podríamos representar a Dios de manera diferente?

Si te dispusieras a dibujar un rostro compuesto que representara a Dios, ¿el rostro de quién incluirías en esta pintura? ¿El piadoso rostro de Jesús delicado y rubio con un cordero sobre sus hombros que vemos en nuestras pinturas religiosas? ¿Imágenes de una María callada y serenamente compuesta que vemos representada en las estatuas que tenemos de ella? ¿El rostro de la Madre Teresa? ¿El rostro de Teresa de Lisieux? ¿El rostro de Dorothy Day? ¿De Martin Luther King? ¿De Óscar Romero? ¿De Billy Graham? ¿De Henri Nouwen? ¿De Rachel Held Evans? ¿El rostro de vuestra madre o padre? ¿Incluiríais también el rostro de vuestro cómico o ingenio favorito? ¿Jerry Seinfeld? ¿Bette Midler? ¿Rowan Atkinson? ¿El pícaro rostro de vuestro pintoresco tío contando un chiste?

Cualquier reproducción del rostro de Dios necesita manifestar un alma interior que sea Una, Verdadera, Buena y Bella, pero también Humorista y Traviesa. Resulta curioso: a la vez que creo que Dios es el autor del humor, nunca me han ilusionado las diferentes imágenes de Jesús riendo estrepitosamente. Buena idea, buena intención, buena teología, pero para mi gusto, falta de matiz correcto. Esa clase de rostro riente tiene una cualidad efímera que cede demasiado fácilmente a algo más después haber tenido su momento. El rostro de Dios -sospecho yo- tiene una picardía más callada, más furtiva, más permanente.

Si esto es verdad, si Dios no sólo tiene sentido del humor sino que también es el autor del humor mismo, entonces el humor es una importante cualidad en la santidad y piedad. ¿Qué contribuye a la plenitud, la madurez, la santidad, el amor y la clase de persona que quieres junto a ti en la mesa, aquí y en la eterna del cielo? Ciertamente, queréis a alguien que manifieste las cualidades que Jesús pidió en el Sermón de la Montaña; junto con un cálido, pícaro y travieso sentido del humorRon Rolheriser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - 

Comuniones de la Parroquia 2022

Este último sábado, día 11, un segundo grupo de 7 niños celebró su Primera Comunión en la parroquia. 
Seguimos pidiendo a Dios que siga creciendo en la fe al lado de Jesús y con el testimonio de sus padres.
Este próximo sábado, día 18, y de 5 a 8 de la tarde, todos los niños que han hecho este año su Primera Comunión en la parroquia, junto con los otros niños de Postcomunión, están convocados a tener una CONVIVENCIA en el colegio de La Inmaculada (claretianas)

Carta de Fin de Curso


 En Oviedo, a 12 de junio de 2022. 
Solemnidad de la Santísima Trinidad.

Queridos hermanos y hermanas:

En la solemnidad de nuestro Dios, la Santísima Trinidad, la parroquia del Corazón de María les agradece su apoyo e implicación para que las distintas actividades hayan salido según lo planeado, con la ayuda del Señor.

Iniciamos el curso 2021/2022 en clave de RE-. Gracias a ustedes hemos

RETOMADO casi al completo el ritmo de las actividades previo a la pandemia. Hemos RENOVADO y CELEBRADO nuestra fe en el Dios encarnado en nuestra condición humana que nos invitó a RECREAR espacios de encuentro donde se ha visibilizado el compromiso por ayudar en la mejora de nuestro entorno y de nuestro mundo, tal como queda constatado en las diversas Jornadas y Campañas.

Hemos caminado en clave de SINODALIDAD. De una manera u otra, ciento cincuenta personas han participado en esta etapa de reflexión. Fruto de ello, ha surgido la necesidad de programar el próximo curso tiempos para el encuentro, la escucha y la búsqueda compartida de la voluntad de Dios.

Es verdad que son muchos los retos y llamadas que tenemos, como el salir de nosotros mismos, ofreciendo un estilo de comunión, de encuentro y de cercanía, de misericordia y de solicitud en el anuncio del Evangelio, para que hermanos nuestros vivan la fuerza, la luz y el consuelo de la amistad con Jesucristo, acogidos por su comunidad parroquial.

Un buen comienzo de curso para reforzarnos como espacio de encuentro, acogida y ayuda será el domingo 25 de septiembre, a las 18h. La parroquia acogerá la Jornada diocesana del Migrante y del Refugiado, con el lema “AQUÍ construimos un futuro con migrantes y refugiados”.

No dudamos de la ayuda del Señor que seguirá REFORZANDO todo lo bueno que teníamos antes de la pandemia para ser creativos y encontrar caminos nuevos para que la parroquia sea un “lugar” que favorezca el “estar juntos” y el crecimiento de relaciones personales duraderas, que permitan a cada uno percibir el sentido de pertenencia y de sentirse amado por su parroquia. Corazón de María, ayúdanos a llevarlo a cabo.

Misioneros Claretianos.

P. Miguel A. Niño de la Fuente, párroco.

Documento original en PDF

El Espíritu de la verdad os guiará hasta la verdad plena.





Santísima Trinidad

Gracias a: Rezando Voy. 

¿Qué hay en una despedida? Artículo.


Las despedidas pueden ser duras. Cuando amamos a alguien que se marcha, hay siempre tristeza, particularmente desgarradora cuando ese ser querido se ausenta por muerte.

Aun así, sabemos por experiencia que al final del día las despedidas no son tanto una muerte cuanto una transición. Una manera de estar presente uno con otro está acabando y dando paso a otra que es solo el comienzo y, a la larga, servirá mejor al amor.

Esto puede sonar abstracto. No lo es. Lo experimentamos diariamente en nuestras vidas. Por ejemplo: considerad a una joven que se gradúa de bachiller y se ausenta del hogar familiar para vivir por su cuenta. Para sus padres, esto puede ser doloroso. Vuestra hijita ya no es vuestra hijita; y su adiós a vosotros, mientras dejáis de ayudarla a que se mude a su nuevo lugar, grabará en vuestro ánimo el hecho de que ella ya no es una niña ni tampoco vuestra. Algo fundamental ha cambiado y puede ser duro dejarla marchar después de la forma como antes os había estado presente. Pero ella no está muerta. Lejos de eso, más bien su vida está abriéndose ahora a una nueva riqueza; está dando un nuevo paso, mayor y necesario en su crecimiento, aun cuando ese paso incluya un notable cambio en el modo como ahora os estará presente

¿Cómo os estará presente ahora que ha abandonado vuestra casa y está viviendo por su cuenta? Paradójicamente, puede ser que ahora os esté más presente de lo que estuvo antes, aunque de diferente manera. Ahora, de adulta, tiene cosas que daros que la hijita que vivía en vuestra casa no podía ofreceros. Por supuesto, los jóvenes pueden expresar un amor muy especial a sus padres, pero una hija o hijo adulto puede expresar algo más que es también muy rico. Por eso toda chica o chico al fin necesita manifestar a sus padres las palabras que Jesús dijo a sus discípulos en la noche anterior a su muerte: os conviene que yo me vaya. Si no me voy, siempre tendréis un niño en vuestra casa; pero si me voy, volveré a vosotros como un adulto y os traeré una nueva riqueza.

La fría separación de una despedida puede al fin ceder el paso a un encuentro cálido y más profundo que ya no dependa de la proximidad física. Un honrado adiós es una transición, no un final.

Esto resulta cierto, incluso de una manera más conmovedora, frente a la despedida que tiene lugar con la muerte. No perdemos a nuestros seres queridos en la muerte; experimentamos una transición en su presencia. En un funeral, experimentamos la misma transición de presencia y relación que los padres experimentan cuando un hijo o hija crece y abandona el hogar. En un funeral, por supuesto, las contingencias emocionales son mucho más altas, pero la dinámica es al fin la misma. Está teniendo lugar un cambio fundamental en la relación. En el caso de la muerte, por lo general tarda cierto tiempo, años quizás, antes de que reconozcamos que esto fue una transición, no una muerte. Permitidme un ejemplo personal.

Cuando yo tenía veintitrés años, en el espacio de tres meses, murieron mi padre y mi madre. Eran aún jóvenes (sesenta y dos - cincuenta y ocho años, respectivamente) Nuestra familia también era aún joven, demasiado joven (por nuestra propia evaluación) para pedir que asumiera esto. De aquí que, inicialmente, sus muertes se sintieran como una muerte fría, severamente amarga, más bien que como una transición. Sin embargo, el tiempo cura, y no sólo porque al margen de la profundidad del dolor finalmente salimos del apuro. En nuestro caso, el tiempo también curó, porque al fin empezamos a sentir de nuevo la presencia de nuestros padres de una manera más rica y profunda de lo que habíamos conocido antes de sus muertes. Ellos se fueron, pero volvieron más ricos, más cercanos y más profundos.

En su discurso de despedida en la Última Cena, Jesús dice a sus discípulos que no teman ni les aflija demasiado su marcha. Se queda repitiendo las palabras os conviene que me vaya. Si no me voy, no os puedo enviar mi espíritu. Es como esa hija joven que abandona el hogar para emprender su propia vida y expresa un doloroso adiós a sus padres, pero un adiós que se afirma en el hecho de que ahora será capaz de estarles presente de una manera diferente y muy rica. Su despedida no es una muerte, sino una transición.

Las despedidas y adioses, incluso esos de los funerales, no son innaturales rupturas de relación que vayan contra el plan de Dios y contra el modo como se supone que culminan esas relaciones. Ese puede ser el caso, por supuesto, cuando una despedida o adiós es causado por la ira, el odio, el abuso o la violencia. Con todo, cuando el adiós es el resultado natural del ciclo de la vida misma, la muerte experimentada es de hecho solamente parte del rico, inefable y paradójico misterio del amor mismo. Ron Rolheriser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) - 

Por las familias – El Video del Papa 06 – Junio 2022

Cuando te van bien las cosas, o cuando no te van tan bien, hay un lugar en el que siempre sabes que vas a encontrar el amor que necesitas: la familia. A ella dedica el Papa, por segundo mes consecutivo, su intención de oración, precisamente cuando se acerca el Encuentro Mundial de las Familias. Y lo hace recordándonos que “la familia es el lugar donde aprendemos a convivir, convivir con los más jóvenes y con los más mayores”. 
También nos recuerda las dificultades que pueden surgir, ya que “siempre hay ‘peros’”. Sin embargo, en estos momentos de dificultad “el Señor está ahí y nos acompaña, nos ayuda, nos corrige” recordándonos que “el amor en la familia es un camino personal de santidad”. Únete a la oración del Papa y compártela con tu familia.
“La familia es el lugar donde aprendemos a convivir, convivir con los más jóvenes y con los más mayores.
Y al estar unidos, jóvenes, ancianos, mayores, niños, al estar unidos en las diferencias, evangelizamos con nuestro ejemplo de vida.
Por supuesto, no existe la familia perfecta. Siempre hay ‘peros’. 
Pero no pasa nada. No hay que tenerle miedo a los errores; hay que aprender de ellos para seguir adelante.
No olvidemos que Dios está con nosotros: en la familia, en el barrio, en la ciudad donde habitamos, está con nosotros.
Y él se preocupa por nosotros, permanece con nosotros en todo momento en el vaivén de la barca agitada por el mar: cuando discutimos, cuando sufrimos, cuando estamos alegres, el Señor está ahí y nos acompaña, nos ayuda, nos corrige. 
El amor en la familia es un camino personal de santidad para cada uno de nosotros.
Por esto lo elegí como tema para el Encuentro Mundial de las Familias de este mes.
Recemos por las familias cristianas de todo el mundo, por cada una y por todas las familias, para que, con gestos concretos, vivan la gratuidad del amor y la santidad en la vida cotidiana”.

COMUNIONES EN LA PARROQUIA

Este sábado, día 4 de junio, se celebró en la parroquia del Corazón de María, el primer grupo de 15 niños de Primera Comunión de este curso 2021-22. 

El próximo sábado, día 11, lo harán otros 7 niños.

Pedimos al niño Dios que estos, sus pequeños amigos, nunca se aparten de Él.

Calificar el momento presente: metáforas para meditar. Artículo.

No todo puede ser arreglado ni remediado, pero todo debería ser llamado con propiedad. Richard Rohr dijo eso. James Hillman sugiere algo semejante al escribir que un síntoma sufre al máximo cuando desconoce adónde pertenece.

¿Adónde pertenece nuestro momento presente en relación con nuestra fe en Dios y la relevancia de nuestras iglesias? ¿Somos poscristianos? Estamos siendo espectadores de la muerte de Dios y de nuestras iglesias? ¿O está nuestra fe siendo purificada por la misma crítica dirigida contra ella y, a pesar de un masivo descenso en la asistencia a la iglesia, están consiguiendo las iglesias un genuino progreso moral en cuestiones como el racismo, el sexismo y la justicia social en general? ¿Estamos muriendo o madurando? ¿Cómo calificamos nuestro momento presente?

A modo de respuesta, me gustaría simplemente ofrecer una serie de “metáforas” recogidas de varios comentaristas que se esfuerzan por dar un calificativo. Algunos de estos aparentemente se contradicen entre sí, pero todos ellos merecen alguna consideración. Os los confío para que los meditéis

  1. ¡La fe es un proyecto gastado! En esencia, esa es la visión de los pensadores de la Ilustración, clásicamente expresados en personas como Nietzsche, Freud, Feuerbach y Marx, quienes sugieren que la fe y la creencia en Dios son algo que finalmente superamos, como la creencia en Santa Claus o el Conejito de Pascua. Esta creencia fue necesaria durante cierto tiempo, pero es algo que abandonamos cuando perdemos nuestra ingenuidad. Dios y las iglesias han tenido su tiempo en la historia, y ese día se ha acabado. Hoy, esta es la creencia (o el inconfeso temor) de millones.
  2. ¡Nuestro mundo está aún en pañales! Pierre Teilhard de Chardin sugiere que lejos de que la fe sea un proyecto gastado, está sólo en su etapa infantil. En una visión evolutiva de la historia y de la fe, aún somos un mundo en pañales que emerge de la cuna. ¡La fe está lejos de gastarse! ¡Sólo estamos empezando!
  3. ¡Un Occidente poscristiano! Esa era la opinión del cardenal Joseph Ratzinger antes de que llegara a ser papa. Curiosamente, nunca volvió a afirmarlo explícitamente después de acceder al papado, a saber, que el mundo secularizado, particularmente en Norteamérica y Europa Occidental, es ahora poscristiano.
  4. ¡La fe en el mundo secularizado está sufriendo una cierta fatiga de mediodía! Esta es una imagen ofrecida por Thomas Halik. En su opinión, la fe y las iglesias no están muriendo; tan sólo están sufriendo “acedia”, el demonio meridiano, la fatiga que los primeros escritores cristianos del desierto nos dijeron que podía afligir aun a los creyentes más comprometidos.
  5. Estamos experimentando una crisis de imaginación, no de fe y fidelidad. Las condiciones de la creencia han cambiado radicalmente, y nuestras imaginaciones no se han recuperado. Esta es la visión del renombrado filósofo de la secularidad, Charles Taylor. Para él, como creyentes hoy somos pioneros, luchando por aprender cómo vivir en un país (de fe) en el que nosotros y nadie más nunca ha habitado antes. No es extraño que estemos luchando.
  6. La cultura secular es el niño adolescente del Judeocristianismo, y en su adolescente grandiosidad nuestra cultura ve sólo las faltas de sus padres. Esta es la opinión de la popular escritora espiritual Kathleen Norris, y es seguida por el filósofo de Yale Louis Dupre. Como Norris dice, si quieres visualizar la relación entre nuestro mundo secular y el Cristianismo, fíjate cómo un joven de diecisiete años que está mal con sus padres se interrelaciona con ellos. A esto, Dupre añade que los adolescentes imponentes no son malos, simplemente no han acabado de crecer.
  7. La secularidad es una fantasía a la que se entregan los intelectuales. Para la gente ordinaria, hay cuchicheos divinos detrás de cada puerta. En la vida real, la religión de alguna manera es inevitable. Esto es de la filósofa francesa Chantel Delson.
  8. Como Jonás, estamos en el vientre de la ballena. Este en uno de los calificativos preferidos de Richard Rohr. En nuestra duda y confusión contemporáneas, Dios está llevándonos a través de una oscuridad al lugar donde necesitamos estar.
  9. La visión cristiana en Occidente es el residuo de una vista anterior, antes de sufrir un desprendimiento de retina. Esto es de Walter Kasper. Su idea es: Si alguien nace ciego, no tendrá en sí imágenes visuales de objetos exteriores. En cambio, si alguien se queda ciego en algún momento de su vida, retendrá las imágenes de lo que una vez vio, incluso aunque ya no las vea. Como cristianos, estamos viviendo demasiado fuera de imágenes del pasado, y ya no vemos directamente con los ojos de la fe.
  10. Necesitamos la “Opción Benito”. Esto es de Rod Dreher. La cultura pesadamente secularizada está asfixiando nuestra fe. Lo que se necesita salvar y fomentar es la “Opción Benito”. Como el gran fundador monástico san Benito, aquellos de nosotros que tenemos una fe comprometida necesitamos alejarnos de una cultura que está erosionando nuestra fe y vivir nuestra fe de una manera “monástica”, a saber, apartándonos y construyendo nuevos estilos de “monasterios” en los que vivir nuestra fe y educar a nuestros hijos. Finalmente, como ha sucedido antes, el mundo vendrá a nosotros buscando ayuda y sentido.

¿Quién tiene razón? ¿Cuál de ellos califica mejor nuestros síntomas y nuestro momento? Hay algo que meditar en cada una de estas imágenes. Ron Rolheriser (Trad. Benjamín Elcano, cmf) -