Yo te amo porque Dios quiere que te ame y me ha hecho tu hermano.
Te amo porque Dios me lo manda. Te amo porque Dios te ama.
Te amo porque Dios te ha creado a su imagen y para el cielo.
Te amo porque Dios derramó su sangre para darte la vida.
Te amo por lo mucho que Jesucristo ha hecho y sufrido por ti.
Y como prueba del amor que te tengo haré y sufriré por ti
todas las penas y trabajos, incluso la muerte si fuera necesario.
Te amo porque eres amado de María, mi queridísima Madre.
Te amo, y por amor te enseñaré de qué males te debieras apartar,
qué virtudes debes desarrollar,
y te acompañaré por los caminos de las obras buenas y del cielo.
San Antonio M Claret. 24 de octubre. 150 aniversario