El sábado, 26 de septiembre, la parroquia pudo finalmente celebrar las primeras comuniones del curso pasado, aplazadas con motivo del covid-19.
Con las medidas sanitarias correspondientes los niños, en compañía de su familia, pudieron disfrutar de su primer encuentro con Jesús.
Fue una celebración preciosa, digna y vivida con gozo, no sólo por los niños, sino también por cuantos pudimos acompañarles en un día tan grande para ellos.
Después de recibir a Jesús en la eucaristía, los niños hicieron su consagración al corazón inmaculado de la virgen maría, patrona de nuestra parroquia, para terminar cantándole y ofreciéndole una rosa.
Pedimos al niño Dios que estos, sus pequeños amigos, nunca se aparten de Él.