El Dulce Nombre de María. 12 de septiembre.

Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España.

Toda celebración festiva alude a otras siguientes o a cualquier otra festividad anterior. Cuatro días después de celebrar la Natividad de la Virgen, el pasado día 8 de septiembre, hoy se celebra el Dulce Nombre de María. El hecho de que la Santísima Virgen lleve el nombre de María es el motivo de esta festividad.

Fue instituida con el objeto de que los fieles encomienden a Dios, a través de la intercesión de la Santa Madre, las necesidades de la Iglesia, le den gracias por su Omnipotente protección y sus innumerables beneficios, en especial los que reciben por las gracias y la mediación de la Virgen María. Los orígenes conocidos de este día mariano por excelencia, nos lleva a comienzos del siglo XVI, y además en nuestra tierra española, lugar de María y de Títulos en honor de Ella, como siempre han destacado los Papas.

Por primera vez, se autorizó la celebración de esta fiesta en 1513, en la ciudad española de Cuenca; desde ahí se extendió por toda España y en 1683, el Papa Inocencio XI la admitió en la Iglesia de Occidente como una acción de gracias por el levantamiento del sitio a Viena y la derrota de los turcos por las fuerzas de Juan Sobieski, rey de Polonia. En ella los cristianos pidieron que los atacantes no les hiciesen daño y se desató una inmensa lluvia que impidió el uso efectivo de las armas de fuego.

Hay quien piensa que esta conmemoración es probablemente algo más antigua que el año 1513, aunque no se tienen pruebas concretas sobre ello. Todo lo que podemos decir es que la gran devoción al Santo Nombre de Jesús, que se debe en parte a las predicaciones de San Bernardino de Siena, abrió naturalmente el camino para una conmemoración similar del Santo Nombre de María.

El evangelista san Lucas, en la escena de la Anunciación, escribe: <<Y el nombre de la Virgen era María>>. Benedicto XVI decía el 12 de septiembre de 2006: <<Celebramos hoy la fiesta del "Nombre de María". A quienes llevan este nombre -mi madre y mi hermana lo llevaban- quisiera expresarles mi más cordial felicitación por su onomástico. María, la Madre del Seńor, recibió del pueblo fiel el título de "Abogada", pues es nuestra abogada ante Dios. Desde las bodas de Caná la conocemos como la mujer benigna, llena de solicitud materna y de amor, la mujer que percibe las necesidades ajenas y, para ayudar, las lleva ante el Seńor. Hoy hemos escuchado en el evangelio cómo el Seńor la entrega como Madre al discípulo predilecto y, en él, a todos nosotros. En todas las épocas los cristianos han acogido con gratitud este testamento de Jesús, y junto a la Madre han encontrado siempre la seguridad y la confiada esperanza que nos llenan de gozo en Dios y en nuestra fe en él. Acojamos también nosotros a María como la estrella de nuestra vida, que nos introduce en la gran familia de Dios. Sí, el que cree nunca está solo>>.- Oración: Te pedimos, Dios Todopoderoso, que a cuantos celebramos el nombre glorioso de santa María Virgen, ella nos consiga los beneficios de tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Seńor. Amén. Fuente: COPE y Santa Clara de Estella