Ven, Espíritu Santo, por tu don de Piedad, inspíranos a vivir sobria, justa, y piadosamente en esta vida, para alcanzar el cielo en la otra vida.

 

Lo que no es

Se puede confundir piedad con pietismo; piedad por sensiblería, cuando la verdadera piedad se manifiesta en obras de amor. "Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad más bien por vosotras y por vuestros hijos (Lc 23, 28).

Lo que es

Es regalo del Espíritu Santo, y a la vez que nos deja gustar el favor compasivo del Señor, nos mueve al trato obsequioso con Él y con nuestros semejantes.

Santa Teresa de Jesús: "Pues quiero concluir con esto: que siempre que se piense de Cristo, nos acordemos del amor con que nos hizo tantas mercedes y cuán grande nos le mostró Dios en darnos tal prenda del que nos tiene; que amor saca amor" (Vida 22, 14).

Los Papas

"El don de la piedad, además, extingue en el corazón aquellos focos de tensión y de división como son la amargura, la cólera, la impaciencia, y lo alimenta con sentimientos de comprensión, de tolerancia, de perdón" (Juan Pablo II).

"El don de piedad, mantiene viva en el corazón la llama del amor a nuestro Padre que está en el cielo, para que oremos a él cada día con confianza y ternura de hijos amados" (Benedicto XVI).

La piedad, como don del Espíritu Santo, se refiere más bien a nuestra relación con Dios, al auténtico espíritu religioso de confianza filial, que nos permite rezar y darle culto con amor y sencillez, como un hijo que habla con su padre. Es sinónimo de amistad con Dios (Francisco).

Súplica

¡Ven, Espíritu Santo, y transforma nuestra actitud religiosa en opción creyente y comprometida! ¡Haznos piadosos y coherentes, conscientes de tus dones y generosos, fieles y agradecidos!

EL regalo del don de Piedad

"Vosotros, pues, orad así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu Nombre" (Mt 6, 9). Fuente