En el peligro invoqué al Señor, y me escuchó. Calendario de Cuaresma. Viernes 22/3 (día 38de40)

 

Calendario de Cuaresma. Viernes 22/3 (día 38de40)

Lecturas de hoy / Comentario

Via Crucis. Meditaciones de San John Henry Newman.

En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó.

Salmo 17:2-7

2 Dijo: Yo te amo, Yahveh, mi fortaleza,
(mi salvador, que de la violencia me has salvado).
3 Yahveh, mi roca y mi baluarte, mi liberador, mi Dios;
la peña en que me amparo, mi escudo y fuerza de mi salvación,
mi ciudadela y mi refugio.
4 Invoco a Yahveh, que es digno de alabanza,
y quedo a salvo de mis enemigos.
5 Las olas de la muerte me envolvían,
me espantaban las trombas de Belial,
6 los lazos del seol me rodeaban,
me aguardaban los cepos de la Muerte.
7 Clamé a Yahveh en mi angustia, a mi Dios invoqué;
y escuchó mi voz desde su Templo,
resonó mi llamada en sus oídos.

Soportar los ultrajes, ser objeto de burla a causa de la fe, es una señal de los creyentes, a lo largo del tiempo. Hace mal al cuerpo y al alma cuando no pasa un día sin que el nombre de Dios sea expuesto a la duda o la blasfemia.

Dónde está tu Dios? Yo lo confieso ante el mundo y ante todos sus enemigos cuando desde el abismo de mi miseria creo en su bondad, cuando desde la culpa creo en su perdón, desde la muerte en la vida, desde la derrota en su victoria, desde el abandono en su presencia llena de gracia. Quien ha encontrado a Dios en la cruz de Jesucristo sabe cómo Dios se esconde de modo sorprendente en este mundo, sabe cómo está presente al máximo precisamente donde pensábamos que estaba sumamente lejano. Quien ha encontrado a Dios en la cruz perdona también a todos sus enemigos, porque Dios le ha perdonado.

Oh Dios, no me abandones cuando tenga que padecer ultrajes; perdona a todos los ateos, porque me has perdonado a mí, y lleva a todos a ti, por la cruz de tu hijo amado. !Abandona cualquier preocupación y espera! Dios sabe el momento de ayudarte y llegará sin duda, pues es Dios verdadero. El será la salvación de tu rostro, pues te conoce y te ha amado aun antes de crearte. No dejará que caigas. Estás en sus manos. Sólo podrás dar gracias por todo lo sucedido, porque habrás aprendido que Dios omnipotente es tu Dios.

Tu salvación se llama Jesucristo.

Trinidad de Dios, te doy gracias por haberme elegido y amado. Te doy gracias por los caminos por los que me guías. Te doy gracias porque tú eres mi Dios. Amén (D. Bonhoeffer, Memoria e fedeltá, Magnano 1 995, 40s). Gracias a: Santa Clara de Estella y Ciudad Redonda