Saludo del alcalde de Oviedo con motivo de la conmemoración de las bodas de oro parroquiales.

En estos tiempos que corren, cualquier celebración su- pone un halo de luz entre tanta oscuridad. Sobre todo, si se trata de una ocasión tan especial como esta. La Parroquia del Inmaculado Corazón de María de Oviedo cumple 50 años de vida. Y, por ello, quiero trasladar a todos sus fieles y, especialmente, a los Padres Claretianos, mi más sincera enhorabuena.

La Parroquia del Inmaculado Corazón de María lleva medio siglo haciendo honor a su nombre. No solo porque se encuentra en el centro de nuestra ciudad, sino por el abnegado trabajo que en ella realizan, de todo corazón, los miembros de su Equipo Sacerdotal.

Con el paso de los años, el templo se ha convertido en un verdadero hogar para muchos de sus feligreses y su acción caritativa, de catequesis y de apostolado, ha llegado -y ha ayudado- a cientos de ovetenses. En nombre de todos ellos, y como Alcalde de Oviedo, os doy las gracias.

Son tiempos difíciles para todos y, por eso, me atrevo a pediros algo: que no decaigáis nunca en vuestra importante labor. Es justo ahora, cuando tantas personas están pasándolo mal por los efectos de la implacable pandemia de la Covid-19, cuando más se necesitan vuestra caridad y solidaridad.

No tengo la menor duda de que vuestra fe, vuestro compromiso y vuestra entrega guiarán a todos aquellos que se acerquen a vuestra parroquia -sean, o no, creyentes- en este duro camino que se avecina. Porque si algo habéis hecho en estos 50 años ha sido cuidar, con admirable vocación, de vuestros feligreses   de quienes lo necesitaban.

Como Alcalde, me apena profundamente que las celebraciones de tan memorable efeméride tengan que celebrarse bajo fuertes restricciones. Pero, en estos momentos de emergencia sanitaria, la salud de vuestros fieles, muchos de ellos de avanzada edad, debe ser lo primero. Pero no por ello este aniversario pasará sin pena ni gloria. Al contrario.  Pues suele ser en las cosas pequeñas de la vida, donde encontramos el sentido de nuestra existencia.

Sabéis que, hoy y siempre, encontraréis una mano amiga en este Ayuntamiento. De corazón, gracias y felicidades. Y, como suele decirse, espero que cumpláis muchos años más.

Alfredo Canteli Fernández. Alcalde de Oviedo